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Barkos y Asiron, los mejor valorados

Una expresidenta y un exalcalde gozan de la mejor valoración entre los principales candidatos al Gobierno de Navarra y a la alcaldía de Pamplona, según Gizaker. Dos expertos en comunicación política han desgranado las claves de ese panel.

Barkos y Asiron, los mejor valoradosIban Aguinaga

Iniciada la campaña hacia el 28-M, una de sus claves puede estar en el tirón personal de los candidatos. Si bien una buena valoración individual no es automatismo de éxito, y una encuesta plasma una hipótesis, hay indicios que conviene tener presentes, cuando todo cuenta para afrontar la campaña con un clima favorable, y tratar de movilizar a los indecisos. Y el plus que puede aportar el carisma personal no es asunto insustancial.

Aner Ansorena, director de la consultoría política Hauda Comunicación, y el profesor Carlos Barrera, director académico del Máster en Comunicación Política y Corporativa de la Universidad de Navarra, han analizado la encuesta elaborada por Gizaker hace dos meses para DIARIO DE NOTICIAS respecto a la valoración y conocimiento de los principales candidatos a presidir el Gobierno de Navarra y a la alcaldía del Ayuntamiento de Pamplona. En el primer caso, con Uxue Barkos como mejor valorada. En el consistorio pamplonés, con Joseba Asiron como mejor valorado. Por contraste, ambos expertos detectaron problemas de liderazgo en Javier Esparza, candidato de UPN.  

Resulta significativo que la encuesta de Gizaker la liderasen dos exaltos cargos, con un capital político, reputación o reconocimiento que han impulsado sus respectivas trayectorias. Quien en conjunto recogía una mejor nota es Joseba Asiron, exalcalde de Pamplona de EH Bildu, con un 5,64. Conocido por el 82,7% del electorado. Prácticamente la misma valoración que en la encuesta Gizaker de diciembre de 2018, siendo entonces primer edil, cuando obtuvo un 5,7. Lo que sí ha disminuido algo es su conocimiento, que entonces alcanzaba el 97%. 

En el Ayuntamiento de Pamplona, según este sondeo de Gizaker, el único que también aprobaba en valoración era Koldo Martínez, que recibía un 5,15. A pesar de haber sido senador autonómico con protagonismo a lo largo de esta legislatura, y portavoz parlamentario en la anterior legislatura, solo era conocido por el 65,2% de los encuestados.

Por su parte, la líder de Geroa Bai, y expresidenta Uxue Barkos, la mejor valorada entre los candidatos al Parlamento, recibía un 5,52 y un conocimiento del 88,4%. Valoración un poco más baja que la que cosechó en mayo de 2019, al término de su presidencia, donde concitaba un 5,74 y un 97,3% de conocimiento, tras 4 años en el cargo. Y caía cerca de un punto con respecto a la encuesta Gizaker de marzo de 2015, hace ahora 8 años, ciertamente en otro contexto político general. 

EL CIS, EN LA MISMA LÍNEA En cuanto a la última encuesta del CIS, conocida este pasado jueves, Uxue Barkos es de nuevo la más valorada, con un 5,29. Unas centésimas más que María Chivite, que obtiene un 5,25. Por debajo del aprobado de sitúan el resto de candidatos de las fuerzas Parlamentarias. Suspensos para Laura Aznal (EH Bildu), con un 4,66, para Begoña Alfaro (CN-NZ), con un 4,48 y para Javier Esparza (UPN), con un 4,19. Y valoraciones aún más bajas para Javier García (PPN, con un 3,70) y Carlos Pérez-Nievas, con un 3,58.

En definitiva, resultados muy en línea, aunque globalmente más bajos, que el último sondeo de Gizaker.

Director de la consultoría Hauda

“Javier Esparza tiene un problema encima de la mesa” 

Para Aner Ansorena (Lekunberri, 1995), es “muy importante la marca personal” que han trabajado Joseba Asiron y Uxue Barkos, y sustancial el “nivel de oratoria” de ambos. Los políticos, recuerda, “comunican con todo, con la imagen, con lo que dicen y con cómo lo dicen”. Y según Ansorena, “tanto Asiron como Barkos hablan para que la gente les entienda, trabajan muy bien la parte mediática, colocan bien el mensaje a los medios, saben transmitir cercanía más allá del atril, conectan con la ciudadanía y conocen los problemas del día a día de la gente”. 

RENTABILIZAR LA IMAGEN Respecto a los otros dos aprobados en la encuesta, María Chivite y Koldo Martínez, a juicio de Ansorena “pueden sacar pecho” aunque “no sean unas notas altísimas”. Normalmente, recuerda, “no suelen subir del 6, porque la política está vista como está”. 

La hoy presidenta del Gobierno obtenía un 5,04, cerca de tres décimas más que el 4,78 de valoración que obtuvo en mayo de 2019, y 7 décimas más que el 4,32 cosechado en marzo de 2015. 

Para Ansorena, Chivite “ha sabido visibilizar las cosas positivas de su Gobierno en su persona”, por “el trabajo comunicativo que han hecho desde el Gobierno y desde su Gabinete”. 

En cuanto al candidato de Geroa Bai al Ayuntamiento de Pamplona, este consultor recuerda la labor de Martínez como portavoz en la anterior legislatura del grupo parlamentario de Geroa, con un “toque más divertido o dicharachero” al “tono al que estamos acostumbrados en el Parlamento de Navarra”, y que ahora en el Senado “ha podido sacar la cabeza en algunos temas, y eso le beneficia, porque ha ido como de defensor de Navarra”.

“Asiron y Barkos buscan ser entendidos, colocan bien el mensaje y transmiten cercanía”

ANER ANSORENA . Director de la consultoria política Hauda

Dos candidatas que se acercaban al aprobado, pero que en marzo eran desconocidas para un porcentaje muy alto de la ciudadanía, son Laura Aznal y Elma Saiz. La primera, cartel de EH Bildu para el Parlamento. La segunda ha sido consejera de Economía y Hacienda y portavoz del Gobierno, y es candidata al Ayuntamiento de la capital. Ambas afrontan días claves para seguir pelando por una mayor identificación.

Las tres valoraciones más altas en ambas instituciones estaban copadas, según el sondeo de Gizaker, por representantes de fuerzas de Gobierno o que han apoyado con asiduidad al Ejecutivo. “La gente se olvida rápido de las cosas que pasan en política”, recuerda Ansorena. “Son unos 108 días aproximadamente lo que se nos queda en la memoria, a no ser que sea algo muy grave que nos afecte emocionalmente”. 

El consultor explica que en este tipo de estudios las candidaturas más conocidas suman valoraciones procedentes de diferentes ideologías, y las menos parten de una mayor afinidad y de un cierto beneficio de la duda.  

No es el caso de Javier Esparza, conocido según Gizaker por el 84,6% y con una valoración del 3,80. Ligeramente más baja que el 3,96 de marzo de 2015, pero algo más alta que el 3,53 de mayo de 2019. Siempre, en todo caso, sin superar el 4, y sin rentabilizar su labor de oposición. “Tenemos que entender que tiene una crisis reputacional tanto de su imagen como la de su partido importante, con la crisis que ha tenido con Navarra Suma, y que se le ha ido gente conocida al Partido Popular. Eso genera un desgaste”. 

A juicio de Ansorena, “se observa una falta de liderazgo. Creo que tiene un problema encima de la mesa. Para UPN esa decisión que se tomó de no presentarse conjuntamente con el PP, puede que ahora no le beneficie”. 

Ansorena comparte en buena parte el diagnóstico de Carlos Pérez-Nievas (Ciudadanos), que hace semanas advirtió sobre una falta de “ilusión” en el espacio que ha representado Navarra Suma. “La ilusión ante la posibilidad de algo es clave”, observa. Estos son los últimos días para activarla.

CARLOS BARRERA

Director de máster en la UNAV

“A María Chivite se le valora no solo por parte de los socialistas”

“Aquí lo que se miden son percepciones” recuerda el profesor navarro Carlos Barrera, nacido en 1962, que destaca que en el panel de Gizaker, nadie pasaba del aprobado “raso”. Considera que el 5,04 de María Chivite o el 5,52 de Uxue Barkos “tampoco son para tirar cohetes”, por más que entren en la “tónica habitual de la baja estimación popular que se tiene sobre los políticos” y estén por encima de “la puntuación que obtienen la nivel nacional, donde es raro que alguno alcance el 5 ahora mismo”. 

Sobre Chivite, afirma que sin ser “especialmente extrovertida, a lo mejor tiene un reconocimiento del liderazgo interno del Gobierno y “se le valora por parte no solo de los socialistas, sino de los otros partidos del Ejecutivo”.

Este especialista constata que “el factor cercanía invita a una evaluación algo más alta, incluso sobre quienes han ejercido el poder y puedan tener cierto desgaste”, lo que también posibilita muchas veces una mayor durabilidad a las trayectorias de dirigentes políticos . “Alcaldes o presidentes de larga duración”. Y subraya, al igual que Ansorena, que el desconocimiento sobre una candidatura puede ayudar en su valoración, al no concitar en principio grandes rechazos.

“Lo más importante es que el ciudadano perciba consistencia en un político”

CARLOS BARRERA . Director del Máster en Comunicación Política y Corporativa de la UNAV

LA MARCA DE ESPARZA En cuanto a los números que presentaba Javier Esparza, Barrera cree que no pueden desligarse de los avatares vividos. “La vida interna de su partido en esta legislatura ha estado bastante agitada, con aguas revueltas, y eso también puede afectar a la percepción”. 

Esa valoración de 3,8 apuntaba a su juicio, “a una percepción quizás de un liderazgo no completamente asentado por tener una contestación interna como la que surgió con Adanero y Sayas, y antes en las primarias, con un tanto por ciento importante del sector de Sayas”. 

Para el profesor de la UNAV, “en general en los partidos políticos o coaliciones, cuando hay un liderazgo claro e indiscutido, la valoración suele ser más alta”. Pone como ejemplo a Núñez Feijóo comparado con Casado”, y es lo que percibe que “puede estar pasando en el caso de UPN, donde la marca del partido tiene más fuerza que a lo mejor la marca personal de Javier Esparza por estos acontecimientos que ha habido”. 

Según Barrera “lo más importante” para el éxito electoral es que lo que “el ciudadano perciba sea lo más próximo a lo que el político dice y hace”. En una palabra: tener “consistencia”.