Por encima del resto, Gloria Bosque Ezker tiene un motivo para seguir denunciando las torturas que sufrió hace cincuenta años. Y no es ni la expectativa de un resarcimiento, ni el afán de venganza, ni nada parecido. Es la dignidad, la suya, la propia, la que le pide “ir hasta el final”. Lo contrario sería dar una victoria a quienes la torturaron.

Gloria, cara conocida del movimiento por los Derechos Humanos en Navarra y que ahora tiene 74 años, fue detenida en varias ocasiones durante la dictadura y pasó, en total, más de un año y medio en prisión. Sufrió vejaciones y torturas. Lo denuncia desde entonces y nunca ha tenido el reconocimiento que sí han recibido las víctimas de otras violencias o malos tratos.

Por eso, hace unos meses, presentó su caso ante la comisión de la ley foral 16/2019. Ha sido admitido a trámite y a finales de abril tuvo una entrevista como parte del proceso que ahora debe resolverse en unos 16 meses.

“Yo siento que lo tengo que denunciar porque lo tengo que denunciar, no hacen falta más motivos”, comparte, al otro lado del teléfono. “Pienso que tengo que seguir hasta terminar con este tema. No es que espere nada, a ver si nos entendemos: es que lo denuncio porque tengo derecho a hacerlo, por dignidad”, resume.

"Yo siento que lo tengo que denunciar porque lo tengo que denunciar, no hacen falta más motivos"

Gloria Bosque - Represaliada por el franquismo

Sus sensaciones tras la entrevista fueron buenas. La comisión está compuesta por nueve expertos pero la entrevista se hace en un grupo más reducido. Supone revisitar muchos rincones en lo más hondo. Pero Bosque se ha quedado tranquila. “El momento es bastante profundo, pero me sentí bien, bien tratada”, admite. El trato fue bueno y además ya conocía la forma de trabajar del departamento a través de Blanca Burusco, responsable de atención a víctimas.

El papel del Estado

“Al final no sabes cómo acabará este proceso, pero he visto en la comisión ganas de solucionarlo y reparar en lo posible”, comenta.

Nunca ha accedido a reparación alguna. Bosque recuerda que en plena transición, allá por el año 1979, existió un programa de resarcimiento para víctimas del franquismo al que no pudo acceder por no haber pasado tres años en la cárcel. Luego llegaron otros, en otros territorios, a los que no pudo acogerse. Pero nada por parte del Estado, el responsable último del maltrato que sufrió. “Siempre lo digo, el Estado español no ha hecho nada de nada, su actitud ha sido de país de pandereta”, resume. A su modo de ver, lo que tendría que hacer España es “reconocer que la tortura ha sido sistemática en Euskal Herria”. 

"El Estado español tiene que reconocer que la tortura ha sido sistemática, especialmente en Euskal Herria. Pero su postura ha sido la de un país de pandereta"

Gloria Bosque - Represaliada por el franquismo

Navarra, a su juicio, acumula muchas décadas de retraso en el reconocimiento de los abusos policiales, que han sido también “sistemáticos” por muchos obstáculos que haya puesto la derecha.

Tampoco la vía judicial aquí ha dado demasiados frutos, con las querellas contra el franquismo –en las que participó– con un recorrido agónico. Solo a partir de 2015, apunta, ha cambiado algo el escenario, pese a que “la derecha intentó parar la ley con un recurso”. No sabe cómo se resolverá su caso. Pero espera que de alguna manera exista un reconocimiento oficial quienes sufrieron represión.