¿Cómo va el arranque? 

–Pues con ilusión, desde luego. La experiencia de la legislatura pasada y que la ciudadanía nos haya permitido repetir te da más seguridad.

¿Cómo está el clima interno en la coalición tras un verano de tensiones? 

–Las negociaciones han hecho más ruido de lo deseable. Digo siempre que bien está lo que bien acaba. La dinámica del Gobierno está siendo muy buena: los consejeros saben que tienen la mano tendida para la colaboración, pero a cambio les he pedido lealtad.

¿Ha habido que invertir muchos esfuerzos en restañar heridas? 

–No, ha sido mucho más fácil que todo eso. Ya estamos centrados en la tarea, en lo importante.

¿Va a ser la legislatura de la consolidación? 

–Sí. Mucho de lo que empezó en 2019 tiene que continuar. Este modelo de Gobierno ha venido para quedarse.

¿Percibe que este es un Gobierno que resulta cómodo para la mayoría de la sociedad? 

–Yo tengo esa sensación, porque este Gobierno refleja la realidad social y política. Basta mirar el resultado de las autonómicas y las generales. Este gobierno representa la realidad de nuestra tierra.

Bueno, UPN y PSN suman también mayoría absoluta y también serían reflejo de la sociedad, ¿no? 

–Sí, pero este es el Gobierno que más se parece a lo que los navarros y navarras quieren. Insisto, miremos el resultado de las generales. Aquí hubo un clamor: Navarra no quiere retrocesos, no quiere censura de obras de teatro, no quiere negacionismo climático. Y nos dijo que este Gobierno tiene que ser un dique de contención.

El estado de la sanidad preocupa. ¿Se necesita un gran consenso para abordar el problema?

–Necesitamos grandes consensos porque, si las reformas van a ser grandes, vamos a necesitar que se mantengan en el tiempo y no varíen en caso de cambios de Gobierno. Se han hecho parches que no han solucionado, la falta de profesionales lo ha complicado todo y el covid ha hecho que saltaran las costuras del sistema. Hay muchas cosas por abordar. Tenemos que ver la manera de aterrizarlo.

¿Es más urgente una Ley de Salud, de la que se habla mucho, que un cambio organizativo? 

–Una cosa no quita la otra. La Ley Foral de Salud es de los ochenta y no contempla aspectos que hoy son importantes. Eso no quita para que haya que hacer una reforma organizativa, empezando por la Atención Primaria. Todo esto lo vamos a hacer de la mano de los profesionales.

En los centros de salud siguen sin cogerte el teléfono.

–¿Por qué nos empeñamos todos en llamar a las ocho de la mañana? Pero sí, hay que mejorar la accesibilidad, exactamente.

¿La telemedicina está encima de la mesa para aliviar la tensión? 

–Sí. Viene a jugar un papel importante. Abramos las opciones para la atención. También la enfermería está llamada a tener más protagonismo. Pero somos conscientes de que hay quejas, en todos los servicios públicos, por falta de atención presencial. Yo lo que digo es que la atención telemática es una puerta más que no cierra la de la atención presencial.

Es una obviedad que el servicio se viene degradando.

–La falta de profesionales es complicada de compensar y nos afecta a todos, también a nosotros.

¿Por qué el PSN se ha desprendido de la consejería con más presupuesto? 

–Nos hemos dado cuenta que en la coalición no hay diferencias ideológicas en los planteamientos sobre salud.

¿La salud ha terminado como un arma política arrojadiza? 

–El sistema da síntomas de agotamiento en lo organizativo. Pero no tenemos un sistema catastrófico como dice la derecha. Vamos a abordar la situacIón.

¿Es factible que se noten cambios en seis meses? Es lo que ha dicho.

–Sí. El objetivo es ambicioso pero es factible. Hay tres millones de euros para derivar primeras consultas que, digamos, tienen menos complicaciones. Se van a reorganizar agendas y se van a abordar otros temas organizativos.

Otro tema que necesita consensos es el euskera. ¿Genera tiranteces internas?

–Las tiranteces existen, es algo conocido. En el acuerdo nos comprometemos a sacar el euskera del debate y la confrontación. Pero pienso que tenemos que poner en valor todo lo que sí se ha hecho en euskera: en cinco años hemos duplicado el presupuesto de Euskarabidea, hemos abierto nuevas unidades de modelo D... ¿Que no hemos avanzado todo lo que hubiera querido Geroa Bai? Pero el avance es claro. Esta legislatura sacaremos adelante el decreto foral del euskera y los planes de cada departamentos.

Pero voy más a un tema casi de ambiente. Es hablar de euskera y entre el PSN y sus socios se genera una tensión incómoda.

–Sacar el euskera del debate sería sano. Pero para hacerlo hay que asumir la realidad lingüística de nuestra tierra. Geroa Bai reclama otro ritmo, y es una propuesta que merece todo el respeto. Pero creo que sería contraproducente para el propio idioma que la Ribera percibiera que se le está imponiendo. Al euskera, todas las facilidades del mundo. Pero flaco favor le hacemos al idioma si una parte importante del territorio lo percibe como una imposición, que ya le digo que se iba a percibir como una imposición.

¿Pero por qué esa tensión? La hemos visto con el consejero Gimeno y la matriculación en el Soto.

–Puede que esta vez no se haya podido, pero esa unidad de modelo D en ese colegio sigue ahí. El año que viene se conocerá más la oferta, y esperemos que salga adelante. En la zona hay demanda y no sé por qué no se concluyó la matriculación.

Los padres dijeron que no se promocionó lo suficiente.

–Pero se va a consolidar y el año que viene tendrán la oportunidad de matricularse ahí. Por cierto, es un centro espectacular. Si en el primer momento no se ha conseguido, no quita para que vayamos a seguir.

¿Vamos a ver avances en la Ley del Euskera? 

–Nos vamos a mover en el acuerdo. Vamos hacia un proceso de normalización, eso es lo que vamos a hacer desde el Gobierno.

¿Para cuándo los Presupuestos? 

–Vamos con un poquito de retraso. 

¿Qué comentan los técnicos? Parece que en 2024 vuelven las reglas fiscales. 

–No está claro. Parece que todo el año 2024 va a ser de moratoria de reglas fiscales. Pero está todo en el aire.

La recaudación va mejor que el año pasado. ¿Aporta seguridad en medio de la incertidumbre?

–La economía navarra va bien. Las perspectivas de crecimiento se han mejorado. Para el año que viene parece, y digo parece, porque vivimos en un momento de incertidumbre, que las previsiones también van a ser buenas.

¿Será un Presupuesto en la línea de los anteriores? 

–Creo que puede ser un buen Presupuesto, en cifras globales. Nos viene muy bien tener una de las deudas más bajas del Estado, porque eso te permite afrontar determinadas inversiones. Pero hay que ser muy responsable.

¿Se va a bajar algún impuesto? 

–Todavía no estamos en ese debate. Habrá que ver cómo se han comportado los ingresos y de dónde viene esa subida de la recaudación.

¿Pero el espíritu de la presidenta cuál sería? ¿Si podemos, bajamos algo, o no bajamos porque la situación es muy incierta? 

–El espíritu de este Gobierno es procurar que las personas con peores rentas puedan afrontar mejor esta situación inflacionista.

La escalada de precios... 

–[interrumpe] Hay cosas que no son fiscalidad directamente, pero que alivia, como la gratuidad del 0-3. Y también vemos cómo están las hipotecas, también lo tenemos en cuenta.

Los salarios no han crecido y suben los tipos, la cesta de la compra, ¿le preocupa? 

–Y eso que en España tenemos la inflación más baja de Europa. La subida de la cesta y las hipotecas pone a familias que ya venían justas en una situación más complicada. Si fiscalmente pensamos en hacer algo, tendremos que tener la vista puesta ahí.

¿Pero todavía no hay nada concreto?

–Todavía no hay nada concreto y creo que mis socios comparten esta misma reflexión.

¿Pero se va a abordar en tres, cuatro meses? 

–La negociación de Presupuestos y la fiscal van a ir de la mano.

¿Cree que tendrá el quinto Presupuesto?

–La idea es tener un quinto, un sexto, un séptimo... [sonríe]. Primero, el consejero tiene que negociar por departamentos. Y luego hablaremos con los socios y buscaremos apoyos.

¿Se buscará un acuerdo con EH Bildu?

–La voluntad del Gobierno es esa.

¿La de buscar el acuerdo progresista? 

–Siempre nos hemos abierto a negociar con todos, pero conocemos la voluntad de cada uno. No encontramos esa voluntad ni en UPN ni en el PP y sí la encontramos en EH Bildu.

¿Cómo están las relaciones con EH Bildu? 

–Parece que la legislatura ha empezado un poco revuelta en el Parlamento. Veremos cuando haya propuestas. El camino se hace al andar y vamos a tener que llegar a acuerdos.

¿La interlocución es buena? 

–Sí.

¿La relación está normalizada en el Parlamento? 

–Sí, hay una buena dinámica.

Percibo un poco de frialdad en sus palabras.

–Bueno, no sé... con todo lo de la conformación de las mesas de las comisiones pues no ha sido lo que me hubiera gustado, lo tengo que decir así. Pero bueno.

¿Le sorprendió? 

–Pues un poco sí, la verdad.

¿Pero porque había algo hablado y no se cumplió? 

–No, porque se habló y no se llegó a un acuerdo.

¿Por qué? 

–Porque querían una comisión de despoblación que ya estaba contemplada en Cohesión Territorial.

Y en todo este panorama, UPN dando pasos... 

–Bueno, eso de que da pasos... yo he visto discursos. Hechos, no he visto. UPN: bienvenidos al reconocimiento de la pluralidad de Navarra. Nosotros, como PSN, tuvimos claro desde 2014 los consensos que queríamos construir y eso pasa por reconocer una Navarra plural. Ahora bien, UPN, hechos, como tal, no tiene ninguno. Acaba de apoyar a Feijóo con Vox. Ha votado en contra del euskera en el Congreso. 

¿No se fía? 

–Lo dice un líder de retirada, no sé qué fuerza tiene eso. Tendremos que esperar a quien coja el liderazgo de UPN. Tampoco sé si se comparte mucho en la organización ese discurso.

Entiendo que pone en cuarentena el discurso de las derechas.  

–El discurso de las derechas que más me preocupa es el de Vox y la negación de la violencia de género en Navarra. Porque eso puede implicar un retroceso y mi compromiso es que Navarra sea un baluarte de derechos de la mujer.

Se habla de reactivar la ponencia de reforma del Amejoramiento. ¿Cuál es su posicionamiento como presidenta?

–Como presidenta, acatar lo que se acuerde. Como secretaria general del PSN, una reflexión: no hemos culminado todos los traspasos competenciales que prevé ahora mismo la ley. Todavía hay margen en la propia ley.

¿Va a haber más traspasos? 

–Hemos hablado de las becas. Nuestro reto es intentar dos competencias esta legislatura.

Acaba de reunirse la mesa de la reindustrialización. El nombre, por cierto, no le gusta al consejero de Industria. 

–Que el nombre sea lo de menos. He visto plena voluntad de trabajar en el foro. Estamos bien posicionamos, pero si queremos seguir siendo competitivos tenemos que hacer una transformación digital, sostenible y de innovación. Y eso tiene una pata clave que es la formación.

Sobre todas las cosas: ¿qué le transmiten las empresas en este tipo de foros? 

–Que la formación es clave y que ven con cierta preocupación el tema chino. Y que a ver cómo desde la parte pública les acompañamos. Tenemos que estar cerca, sobre todo en formación.

¿El tema chino es que las relaciones comerciales sean cada vez más hostiles? 

–Sí. Existe una dependencia que hemos visto en la pandemia y la geopolítica lo complica todo.

¿Las empresas navarras han encontrado ya problemas con China? 

–Ellos transmiten su miedo. China ya no copia, China innova. Y en algunas cosas, van por delante. Pero veo a la empresa navarra muy alineada y el otro día, repasando datos, vi que hoy tenemos 5.000 empleos más en la industria que en 2019.

Usted decía que algunas fábricas navarras van a tener que fabricar otras cosas. 

–El tejido industrial está muy atomizado. Las pymes bastante tienen con sacar el día a día como para responder cuando les decimos: pues ahora te tienes que digitalizar, ahora tienes que ser verde. Les tenemos que dar todas las facilidades del mundo y tenemos pendiente una mayor simplificación administrativa. La gran empresa lleva sus propias dinámicas y también hay que estar con ella. Pero es distinto.

¿Atraer inversiones es complicado para Navarra? 

–Somos la comunidad que más inversión extranjera captó en el primer semestre del año. Somos atractivos y las empresas deciden invertir por muchos más factores que la fiscalidad. Cada vez es más importante el talento. Y ahí Navarra destaca. Y en la medida en la que avanzamos en tren, en conexión por carretera, en vuelos, que creo que ya desde octubre se mejoran, pues todo va a mejor.

"Opinaré sobre la amnistía cuando vea encima de la mesa un texto, algo. Ahora solo hay ruido”

Acabamos de conocer que Volkswagen tiene un excedente de 400 trabajadores.

–Siempre que hay un cambio de modelo en Volkswagen hay periodos de valle. Yo me quedo con que este es un momento de transición que va a terminar con una situación mejor. A Landaben le va a ir bien porque tiene un futuro con el vehículo eléctrico.

¿Las inversiones serán suficientes para mantener las cotas de empleo de hoy? 

–Estamos explorando todos los sectores. La economía circular va a crear subsectores en los que ya estamos: el reciclaje de baterías, el de palas...

Ha dicho que esta legislatura nos podremos montar en el TAV. ¿Cómo va a ser?

–En breve se va a licitar, creo que por unos 200 millones de euros, el último tramo a Campanas. Con el Gobierno de España en funciones espero que no se ralentice, pero no fue un titular que di a la ligera. Nos vamos a poder montar, por lo menos para un tramo.

El Castejón-Pamplona se va a acabar, pero no habrá ni bucle de Pamplona ni vía definitiva con Zaragoza. 

–El Campanas-Castejón estará hecho para 2027.

¿La conexión con la Y vasca?

–La conexión con la Y vasca tampoco está definida y no hay fecha de reunión.

Ha habido polémica por el nombramiento de Óscar Chivite, pariente suyo, como consejero. 

–Él y yo éramos conscientes de que iba a haber cierto ruido. Quiero dejar muy claro que me une un quinto grado de consangüinidad. Fue profesor mío de danzaris hace no sé cuánto. Mi relación con él viene más por la parte política que por la familiar. Pero tiene la competencia y conoce perfectamente el Canal de Navarra.

¿No había otro? 

–Que le juzguen por su trabajo.

¿Tendrá algún problema de incompatibilidades por haber trabajado previamente con empresas del Canal? 

–Él no ha licitado directamente.

¿Cómo está el ambiente interno en el PSOE? 

–Más allá del ruido mediático que pone un altavoz a lo que todavía no existe, el partido está tranquilo.

¿Cómo ve la posible investidura de Sánchez? 

–Todavía no ha sido designado ni candidato. Lo único que se ha dicho es que el marco es la Constitución. Pero reconozcamos lo que han expresado los españoles en las urnas: que este es un país plural.

¿Qué le parece que se hable de una ley de amnistía? 

–Cuando tenga el texto encima de la mesa, opinaré. Si no, es hablar de no sé qué. Pero la tranquilidad se da dentro del marco constitucional.

¿Le llama la atención la postura de la derecha? 

–Es el discurso de siempre. Llevamos cuarenta años escuchando, por parte de la derecha, que España se rompe. Cataluña está hoy mucho mejor que hace unos años. Hay mucha exageración para tapar el fracaso de la investidura de Feijóo.

Santos Cerdán está llamado a tener un papel importante en las negociaciones con Catalunya. ¿Habla con él de forma habitual?

–Sí, claro. Con Santi hablo todas las semanas, varias veces. Primero, porque somos amigos. Pero también porque tiene por delante una tarea ingente para llegar a acuerdos. Es de la máxima confianza del presidente y es capaz de tejer acuerdos. Viene de esta tierra, donde el término plural es lo más característico. Él entiende muy bien la pluralidad.