37 dinamizadores y 273 lectores de 65 grupos de lectura de toda Euskal Herria han firmado un manifiesto en apoyo a Mikel Albisu, Mikel Antza, en el que reclaman al Gobierno de Navarra que respete su actividad literaria y permita la participación del exdirigente de ETA en sus grupos como dinamizador. Antza, autor de varias obras de teatro y narrativa, fue dirigente de ETA en los años 90, una actividad por la que fue puesto en libertar en 2019 después de 19 años de prisión en Francia.

Desde entonces Albisu está vinculado al mundo literario en euskera y ha ejercido como coordinador de grupos de lectura en varias localidades navarras. Una labor que ha sido denunciada por la asociación de víctimas Covite y que ha llevado al Gobierno de Navarra, que financia este tipo de actividades a través del Departamento de Cultura, a exigir que deje de participar. 

Esta decisión fue criticada este martes por varios de los participantes en estos grupos, que hicieron público un manifiesto de apoyo a Antza que todavía sigue abierto a nuevas adhesiones. “Solicitamos al Gobierno de Navarra que revise la decisión adoptada y se retracte, dejando a Mikel Antza actuar libremente como a cualquier otro ciudadano, sin poner trabas a la actividad literaria ni a la dinamización de los grupos de lectura”, afirma el texto, y al que dieron lectura en euskera y castellano Ines Castiella y Josu Jiménez. En el mismo se señala que “los participantes en los grupos de lectura son los únicos legitimados para decidir cuál es la validez de nuestro trabajo”. 

“Covite y el Gobierno de Navarra han pretendido que un ciudadano libre sea condenado”

Grupos de lectura - Manifiesto de apoyo a Mikel Antza

La declaración pública, que lleva por título “Sí, dejad en paz a la literatura”, va en línea con el manifiesto que la semana pasada hizo el grupo de lectura de Aurizberri. Según destacan sus promotores, 20 de los 65 grupos de lectura firmantes son de Navarra, algo de lo que “el Gobierno de Navarra debería tomar nota de manera especial”.

Destacan así que Albisu, “conocido en el ámbito cultural y literario como Mikel Antza desde principios de los años 80”, ha firmado “numerosas obras literarias, obras de teatro y otras manifestaciones culturales”. “La asociación Covite, cuando ha solicitado la prohibición de la aportación cultural que realiza a través de la dinamización de los grupos de lectura, ha querido negarle su derecho al trabajo. Y el Gobierno de Navarra, cuando ha aceptado sin más el deseo de dicha asociación, ha pretendido que un ciudadano libre sea condenado, asumiendo el papel que, en situación normal, le correspondería a un juzgado”, denuncian los grupos de lectura.