La mitad de los departamentos del Gobierno de Navarra, 7 de los 13 que componen el Ejecutivo foral, deberán reducir su presupuesto el próximo año. El final de los fondos europeos, que tras la inversión aportada en los últimos ejercicios se reducen de forma considerable a partir de 2025, y la vuelta de las reglas de estabilidad fiscal, que invitan a cerrar el ejercicio en equilibrio presupuestario, obligan a un ajuste que va a requerir contención del gasto público en prácticamente todas las consejerías del Gobierno foral.
Esta previsión se debe concretar ahora en la elaboración del techo de gasto, que Hacienda presentará en las próximas semanas y que determinará después la capacidad de inversión de cada una de las áreas de la Administración. Pero si se cumplen las estimaciones recogidas en el marco presupuestario recientemente aprobado por el Consejo de Gobierno, supondrá el final de la política expansiva del gasto presupuestario de los últimos diez años.
Si no hay un cambio de guión antes de final de año, el conjunto del presupuesto crecerá en 2025 apenas un 1%, pasando de los 5.836 millones de gasto no financiero de 2024 (excluidas las amortizaciones de deuda pública) a 5.892 millones. Por debajo de la inflación prevista para este año (3,1%) y muy lejos de los crecimientos de los últimos ejercicios, que han sumado un 70% en la última década. El objetivo principal es cerrar el ejercicio con 0% de déficit.
El gasto de personal, la aportación al Estado y la financiación municipal son prácticamente las únicas partidas que crecen en 2025
El ajuste es general, y solo se libran aquellas consejerías con un volumen importante de empleados públicos, cuyas nóminas se actualizarán según lo previsto. De hecho, el capítulo 1 es prácticamente el único que crecerá el año que viene hasta cerca de los 2.000 millones de los casi 6.000 que componen el proyecto de gastos de la Administración foral. Su peso en el conjunto de presupuesto sigue creciendo y supera ya el 40% de la inversión pública, una vez excluidas la aportación al Estado y la financiación de las entidades locales. Dos apartados obligados por ley.

Ambas partidas crecerán por encima de la media. El Fondo de Haciendas Locales pasará de los 315 millones actuales a los 327, un incremento del 4%. Por su parte, el pago al Estado, la cantidad que Navarra aporta al régimen común en base a los criterios pactados en el Convenio Económico, crecerá un 3,5%, de los 837 a los 866 millones.
La previsión de ingresos se mantiene al alza (3%) pero Hacienda apuesta por la “prudencia” en la búsqueda del equilibrio presupuestario
El Gobierno de Navarra prioriza así las partidas que son de obligado cumplimiento y aquellas que cuentan con cofinanciación, especialmente las vinculada a los fondos europeos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (Next Generation). Estos últimos siguen teniendo un peso importante, 95,77 millones, pero por debajo de los 172,69 que se prevén ejecutar este año.
El ajuste por departamentos
A partir de ahí poco margen de actuación habrá en el próximo presupuesto. De hecho, los departamentos que más fondos europeos han recibido estos dos últimos años son quienes más van a notar el ajuste del gasto, en la medida en que supondrá una paulatina vuelta a los niveles previos a los Next Generation.
Vivienda es el caso más claro. Si se cumple la previsión fijada en el marco presupuestario pasará de una capacidad de gasto de 125 millones a otra de 86, lo que supone una reducción del 31,5%. Algo similar ocurre en áreas como Cultura, Deporte y Turismo (-17,4%), Memoria y Convivencia, Acción Exterior y Euskera (-13,6%), Industria y Transición Ecológica y Digital Empresarial (-11,8%), Presidencia e Igualdad (-6,4%), Universidad, Innovación y Transformación Digital (-4,4%) y Derechos Sociales, Economía Social y Empleo (2,1%). Se trata de las consejerías que más ayudas europeas han recibido en los últimos años y las que menos gasto comprometido tienen, especialmente en lo que se refiere a personal.
El techo de gasto definitivo para 2025 queda pendiente de un acuerdo en el seno del Gobierno foral y entre sus socios parlamentarios
Sobre el papel, y a falta de fijar el techo de gasto definitivo, solo cuatro consejerías se salvan de la congelación presupuestaria. De entrada Economía y Hacienda, que es quien asume la gestión del Convenio Económico y la aportación al Estado. Prevé un crecimiento del 5,8% hasta superar los 1.000 millones de presupuesto. También sube Cohesión Territorial (2,3%), responsable del Fondo de Haciendas Locales y con varias obras públicas en marcha que requieren financiación, como la reforma de la N-121 o los túneles de Belate.
Junto a ellos, mejorarán sus números aquellas áreas que tienen más personal a su cargo. Crecen Interior, Función Pública y Justicia (9,8%) y Educación (2,8%). Por su parte Salud seguirá siendo el departamento con más presupuesto (1.478 millones) y más personal, pero con un incremento muy escaso en términos globales, apenas un 0,9% más que este año. Finalmente, Desarrollo Rural y Medio Ambiente quedará con un presupuesto prácticamente igual que el de este año (0,2%).
La propuesta de Hacienda queda ahora pendiente de una negociación política, tanto en el seno del Gobierno entre los distintos departamentos como entre los partidos que sostienen al Ejecutivo foral, que previsiblemente presionarán para limitar el impacto del ajuste. Por lo que es posible que se den algunos cambios antes de aprobar el techo de gasto definitivo. En todo caso, el margen sigue siendo limitado. La vuelta de las reglas fiscales y la estabilidad presupuestaria son dos variables que Hacienda tiene muy en cuenta. Especialmente tras las última advertencia de la Airef, que ha emplazado al Ministerio de Hacienda a tomar medidas si Navarra sigue incumpliendo la regla de gasto.