El Tribunal Supremo (TS) ha ofrecido al eurodiputado y líder de Se Acabó La Fiesta (SALF), Luis 'Alvise' Pérez, que declare de forma voluntaria por la querella que presentaron contra él por presuntos delitos de acoso y revelación de secretos dos eurodiputados que se presentaron a las elecciones europeas de 2024 con ese partido y a quienes ha citado como querellantes para el próximo 12 de enero.

A través de un auto, recogido por Europa Press, el magistrado Manuel Marchena ha acordado abrir diligencias previas para investigar los hechos, que la Sala de Admisión calificó indiciariamente en octubre como constitutivos de esos presuntos delitos.

Marchena, como instructor de la causa, da traslado de la querella y de lo actuado a 'Alvise'; le requiere para que en cinco días comunique si quiere prestar declaración voluntaria antes de que pueda concederse por el Parlamento Europeo la autorización para proceder contra él, y acuerda que se inicien los trámites para solicitar ese permiso.

A la vez, el magistrado cita para el 12 de enero a los dos eurodiputados querellantes, Diego Solier y Nora Junco, que dejaron el partido y finalmente se integraron en el grupo parlamentario de Conservadores y Reformistas Europeos.

La cuarta causa

El Supremo decidió admitir a trámite la querella contra el líder de SALF —en línea con el criterio de Fiscalía— interpuesta el pasado 27 de junio por los eurodiputados.

Se trata de la cuarta causa que el alto tribunal dirige contra 'Alvise'. Hasta ahora, estaba encausado por:

  • Difundir una PCR falsa del exministro de Sanidad y actual presidente catalán, Salvador Illa.
  • Presunto acoso en redes sociales a la fiscal coordinadora de delitos de odio, Susana Gisbert.
  • Financiación ilegal de SALF, por los 100.000 euros que recibió del empresario Álvaro Romillo, alias 'CryptoSpain'.

En este caso, los eurodiputados denunciaban que eran víctimas de una "continua campaña de hostigamiento" a través de redes sociales, debido a los mensajes que 'Alvise' había publicado sobre ellos —en un podcast y en un canal de Telegram—, llegando incluso a "temer por su integridad física" al revelar también el lugar en el que se encontraban o al que se dirigían.

El eurodiputado y líder de Se Acabó La Fiesta (SALF), Luis 'Alvise' Pérez (c), a su llegada para declarar en el Tribunal Supremo, a 11 de julio de 2025. EP

Ambos denunciaron y acreditaron que, tras filtrarse sus direcciones de correo electrónico, números de teléfono y redes sociales, recibieron una "ingente" cantidad de mensajes ofensivos y/o amenazantes, generándoles una "continua sensación de inseguridad", llegando a modificar sus hábitos o rutinas.

El Supremo detalla que cerraron algunas de sus redes sociales, en otras limitaron los comentarios de terceros, dejaron de atender llamadas de números desconocidos y empezaron a recibir "miles" de correos electrónicos con insultos y amenazas.

Los eurodiputados expusieron que todo ello impedía "significativamente" su labor parlamentaria y su vida familiar ordinaria, al margen del "constante miedo o intranquilidad" de ser abordados por desconocidos en la calle.

Llamadas a una actitud hostil contra ellos

La Sala de lo Penal entendió que la conducta de 'Alvise' podría encuadrarse en esos delitos, "habida cuenta de las explícitas llamadas del mismo —ya personalmente en el podcast, ya a través del canal de Telegram— a que un grupo muy numeroso de seguidores desarrollara una actitud repetidamente hostil hacia los eurodiputados".

Para el Supremo, "aparece indiciariamente justificado que a través de los mencionados canales, y para llevar a término su propósito inicial, 'Alvise' pudo haber facilitado y hecho público aspectos personales e identificativos de dichas personas".

Y todo ello, subrayó, "sin que cesara en su actitud después de que muchos de sus seguidores hubieran manifestado la intención de alterar la vida de los querellados, reiterando sus llamamientos a que resultaran hostigados por su posición política".

El Supremo apreció "una intención voluntaria y consciente de comprometer de manera significativa la vida cotidiana de sus víctimas, a partir de la persecución que pudieran desplegar las numerosas personas que se sintieran concernidas por su llamamiento público". "Perseguidles y pedirles explicaciones. Y si tenéis que gritarle en un bar que eres un criminal, que eres un corrupto y que has votado a favor del rearme, tenéis que hacerlo vosotros, porque no lo puedo hacer yo, lo tiene que hacer la gente que nos ha votado", dijo 'Alvise' el pasado 20 de abril en el podcast 'Eclécticos Worldwide'.