La gestora del PSOE extremeño evita aclarar si se abstendrá en la investidura de Guardiola

El presidente de la Junta Gestora del PSOE de Extremadura, José Luis Quintana, ha evitado aclarar si los socialistas se plantean abstenerse en la investidura de la presidenta en funciones, María Guardiola (PP). En rueda de prensa, Quintana ha considerado que sería un "fracaso rotundo y absoluto" de Guardiola si solicitara al PSOE esa abstención, pero no ha precisado cuál sería el voto de los socialistas en ese caso.

A su juicio, es Guardiola quien debe dar el paso sobre qué hacer respecto al PSOE y a Vox, formación con la que ya alcanzó un acuerdo de Gobierno tras las elecciones de mayo de 2023. Quintana ha enfatizado que el PSOE no ofrecerá de iniciativa propia esa posible abstención: "Ella es la que debe buscar socios".

Guardiola no ha llamado al PSOE

De momento, la presidenta extremeña en funciones no ha llamado al PSOE, y de hacerlo, Quintana sería el interlocutor socialista en las posibles reuniones entre PSOE y PP: "Si me llama, iré". Sobre el futuro orgánico del PSOE extremeño, la Junta Gestora se da como plazo máximo mayo para convocar un congreso extraordinario que elija la nueva Ejecutiva regional. Aunque la gestora no adoptará decisiones a largo plazo, sí deberá decidir sobre la representatividad del PSOE en la Mesa del Parlamento, la persona que dirigirá el Grupo Parlamentario Socialista y quiénes serán sus portavoces.

"La calma es imprescindible"

Quintana ha pedido "trabajo, colaboración y visión regional" a los integrantes de la gestora, señalando que "tener visión regional es clave" ante posibles desavenencias entre socialistas cacereños y pacenses. "La calma es imprescindible para trabajar, escuchar y analizar", ha añadido, destacando que este proceso de reflexión "no se puede hacer con gritos ni con titulares", sino "de puertas adentro". El presidente de la gestora, actual delegado del Gobierno en Extremadura, fue alcalde de Don Benito (Badajoz) entre 2015 y 2023, periodo en el que impulsó la fallida fusión municipal con Villanueva de la Serena, cuyo alcalde entonces era Miguel Ángel Gallardo, persona de máxima confianza de Pedro Sánchez.