Científicos británicos de la Universidad de Porsmouth, en colaboración con investigadores de la Universidad de Amsterdam y de la Universidad Veterinaria de Medicina alemana, han descubierto que los gorilas también juegan al pilla-pilla, se pegan unos a otros y van a pillar al siguiente animal de la misma forma que lo hacen los seres humanos, y también por las mismas razones, mantener una ventaja competitiva sobre el resto durante el juego. El estudio, publicado en Biology Letters, representa la primera prueba que demuestra cómo los monos mantienen la misma conducta que el hombre a la hora de jugar. Además, han visto que las reacciones son similares que en el hombre y que frente a un suave golpe apenas reacciona el animal y si recibe un duro golpe puede llegar a enfadarse. Este experimento es el primero de estas características que se realiza fuera de un laboratorio y muestra cómo los gorilas llegan a adoptar un rol diferente en función de la situación que estén viviendo los primates.