La localidad de Khlong Charoen Wai, en la costa este del país y a 80 kilómetros de Bangkok sufre los efectos de la invasión de numerosos grupos de macacos, y alrededor de 150 de sus casas ya han sido asaltadas por estas pandillas. "Entraron en mi casa cuando vieron que ya estaba en la cama, fueron a la cocina y cogieron aceite, azúcar e incluso las medicinas que guardaba en un armario", contaba Chaluay Khamkajit, un vecino de la zona. "A veces, cientos de monos vienen en grupo, sobre todo al atardecer y al amanecer. Saben que es hora de comer", contaba Chatree Kaencharoen, el jefe del pueblo. Se cree que la causa del incremento de estos asaltos ha sido la progresiva destrucción de su hábitat, que los ha empujado hacia las zonas edificadas.
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