EEUU.- Dede Phillips, una abuela residente en el estado de Georgia (Estados Unidos ) acabó con la vida de un lince enfermo de rabia con sus propias manos después de que el animal le atacara. Phillips fue asaltada por el felino, un lince rojo (Lynx rufus) en la entrada de su casa, en el condado de Hart, mientras su nieta de 5 años dormía en su interior.

"Mi primer pensamiento fue hoy no, yo no voy a morir hoy", declaró Phillips. La mujer había pegado una pegatina nueva en su furgoneta, tras lo que se metió en casa para coger el teléfono móvil y hacerle una fotografía al adhesivo. Cuando salió, se encontró con un lince salvaje que la miraba fijamente. Segundos después de sacarle una foto, el animal le atacó. "Tan pronto como dio el primer paso, supe que tendría problemas", comentó Phillips.

"Cuando llegó al poste, saltó sobre mí... lo agarré por los hombros y lo empujé hacia atrás... conseguí bajarlo". El animal le dejó arañazos por todo el cuerpo, especialmente en las manos. Mientras peleaba con el felino, Phillips sólo pensaba en su nieta. "Empecé a rogar: no le dejes llegar a la puerta", confesó. La mujer consiguió agarrar por el cuello al felino y ya no lo soltó. "Lo estrangulé hasta matarlo", sentenció la valiente abuela.

Cuando llamó a las autoridades, los servicios veterinarios inspeccionaron al animal y llegaron a la conclusión de que tenía la rabia, por lo que Phillips tuvo que ser tratada con una serie de vacunas para evitar que también se contagiara. Para la mujer fue una cuestión de vida o muerte: "Si alguna vez lo hubiera dejado, habría sido yo, así que me aseguré de no dejarle escapar", dijo Dede Phillips. Ahora, la mujer debe costearse unas caras vacunas contra la rabia que eviten el contagio de dicha enfermedad.