EEUU - Las fachadas de muchas viviendas del norte y centro de Vermont, en la región de Nueva Inglaterra, al norte de Estados Unidos, cuentan con unas ventanas especiales “antibrujas”. Las llamadas witch windows son unos orificios estrechos e inclinados 45 grados respecto a los ejes de la vivienda que fueron construidos, según una leyenda popular, para impedir que las brujas que volaban en sus escobas pudiesen acceder a su hogar. Pese a que, en la actualidad, algunos habitantes de la región siguen solicitando este tipo de ventanales en homenaje al folclore local, se han convertido en un símbolo del pasado de Nueva Inglaterra. El verdadero origen de las witch windows no fue el miedo a las brujas ni ninguna supersitición similar. En realidad, las cristaleras datan del siglo XIX, cuando los edificios se levantaban a gran velocidad para poder consolidar los asentamientos. Así, para conseguir construcciones de forma rápida, se desarrolló un sistema basado en una estructura de madera ligera cuyos elementos fuesen lo más parecidos entre sí. Para conseguir que la obra fuese barata, los dueños de las viviendas no podían plantearse una ventana hecha a medida con dos lados inclinados y dos ortogonales, por lo que compraban una ventana convencional y colocarla girada respecto a la vertical, pero perfectamente paralela a los dos paños de cubierta.