Osasuna Magna Xota volvió a saborear la victoria nueve partidos después, y lo hizo en el escenario más cargado de emoción: el derbi navarro ante ATP Iluminación Ribera Navarra, al que deja seriamente tocado en la clasificación.
Dos semanas después de su último compromiso, los de Irurzun regresaban a las pistas para cerrar el año 2025 frente a su máximo rival, en un duelo marcado por la urgencia y la rivalidad histórica. La última victoria de los verdes se dio el 7 de octubre ante Palma.
Los locales tenían la necesidad imperiosa de ganar para elevar la moral, sumar en casa y dejar atrás el farolillo rojo. La tensión y la importancia del partido se percibieron desde el primer minuto. El choque fue intenso y equilibrado desde el inicio, con un constante toma y daca.
“Hoy nos toca sonreír. Están todos los partidos muy igualados y estamos muy contentos porque rompemos una dinámica. Vamos a trabajar para que esto sea un punto de inflexión”, afirmó Miguel Hernández en conferencia de prensa.
A Juanito, entrenador del ATP Ribera, le tocó amasar la amargura de la derrota en un derbi. “Perder duele y si es un derbi en casa, más”, explicó. “La situación es igual de complicada que la que teníamos en el último partido. Pero nos queda toda la segunda vuelta para intentar revertir la situación”.
Con este triunfo, Osasuna Magna Xota asciende a la 13ª posición con 15 puntos, mientras que Ribera Navarra permanece en el último puesto con 6 puntos. La victoria permite un cierre de año positivo para los pamploneses, mientras que los riberos afrontan un final de año complicado, marcando dos destinos muy distintos en la lucha por la permanencia.