Pocos núcleos rurales vizcaínos son tan bonitos y están tan bien cuidados como Etxano. A menos de 30 kilómetros de Bilbao, y en la comarca de Durangaldea, nos encontramos con un pequeño conjunto de caseríos, alrededor de la iglesia de Santa María. Es una zona muy tranquila y agradable que mantiene las históricas escuelas de barriada -que tanto estudió el sacerdote pasionista Gregorio Arrien, fallecido en 2019- y el edificio que fuera Ayuntamiento, un frontón bien integrado en el conjunto, una curiosa fuente, una quesería en funcionamiento, una casa rural, un pequeño parque de juegos infantiles, un mirador y el cementerio en el que yacen familiares de apellidos como Zearreta, Zarandona o Irakulis, entre otros.

En la actualidad, Etxano está anexionado al ayuntamiento de Amorebieta y la denominación oficial es conjunta, es decir, Amorebieta-Etxano. Ambos, junto a otras localidades pertenecieron a la Merindad de Zornotza.

Etxano es precioso hasta decir basta. No es lugar habitual de turistas, pero podría serlo. Familias que buscan excursiones lejanas se pierden un txoko recomendable, bien cercano e impoluto. El desconocimiento nos aleja de lugares tan bien diseñados arquitectónicamente. Todo rincón de este barrio, sea edificio civil como religioso, es una fotografía que poder enmarcar. Por el lugar transcurre la ruta PR-Bi-74 Espinosa, en recuerdo del histórico mendizale zornotzarra.

Y merece aquí un paréntesis para recordar la figura de este montañero local por sus portentosas hazañas, realizadas siempre en solitario: la intrépida escalada al Naranjo de Bulnes, las prestigiosas ascensiones del Mont Blanc y del Cervino, las aventuras a través del desierto y de la selva en busca de las míticas cumbres del Toubkal, Sinaí o Kilimanjaro, su extraordinario viaje hasta las faldas del Himalaya…. En solo seis años, Espinosa se convirtió en uno de los alpinistas más célebres de la época. Nació el 17 de octubre de 1903 y falleció el 16 de mayo de 1985.

De regreso al tema principal, no extraña que, como comparten sus hospitalarios residentes, en tiempo de pandemia aquí se rodase la serie televisiva Beti Mugan, de ETB, en cuya trama se convertían en el único pueblo de Euskal Herria sin coronavirus, hasta que aparece el primer caso y tratan de ocultarlo. Asimismo, se grabó un programa de Herri Txiki, Infernu Handi. Y poco antes, el conocido cantante zornotzarra y recordado pelotari Inun grabó en directo su canción Uncle Jim. Lo hizo en el interior del majestuoso templo católico el 16 de agosto de 2018.

Esta parroquia, que se erige orgullosa en la atalaya, es un edificio de estilo gótico-renacentista del siglo XVI construido en sillería. No suele estar abierto a diario. Consta de una sola nave dividida en dos tramos cuadrados e iguales en planta, tres a nivel de las bóvedas. La nave se prolonga tras la cabecera con una sacristía rectangular baja, en mampuesto. La separación de ambos tramos se realiza por haces de tres columnistas, mientras que el tramo trasero se divide por ménsulas de placa cuadrada. Sobre unas y otras arcos fajones de medio punto construyen bóvedas de crucería.

En el exterior, a los lados, coincidiendo con la separación de los tramos, y en los ángulos, contrafuertes. Se accede al templo por tres ingresos de medio punto. El coro, de madera, ocupa el último tramo. Se levanta sobre un arco escarzano de yeso y está rodeado por un barandal de balaustres de madera (s. XIX). Con dos tribunas adelantadas en sus laterales. La torre-pórtico se levanta a los pies, en mampuesto. Es de planta cuadrada y se levanta tres cuerpos.

Dos personas caminan bajo la iglesia de Santa María, ubicada en una atalaya.

En el último se halla el campanario, que asoma por tres vanos de medio punto. Del mobiliario cabe destacar el retablo mayor manierista (siglo XVI), con una magnífica imagen policromada de la titular, y los retablos laterales, con bonitas piezas rococó de Juan de lturburu (1761). Especial mención merece el enorme pabellón rococó que enmarca los retablos y enlaza con una corona marquesal en la parte más alta.

Este amplio espacio que se sitúa entre el Parque Natural de Urkiola -municipio de Abadiño, en la comarca de Durangaldea- y la reserva de la biosfera de Urdabai -comarca de Busturialdea- esconde verdaderos tesoros. Así, la persona visitante se encuentra con caseríos ejemplares de la arquitectura vizcaína (Alakao), casas torre, un convento y cinco ermitas. En Etxano también se recopilaron numerosos testimonios de antiguos ritos mitológicos. Uno de ellos, se celebraba en la ermita de San Juan de Ofrendo, recogido por el histórico etnógrafo vasco José Miguel de Barandiaran.