Después de ocho encierros y nueve días de jolgorio, desfase y emoción, tocaba despedirse de los Sanfermines más esperados, de ahí que en la madrugada del jueves, miles de personas se congregaran en la Plaza Consistorial de Iruña. No entraba un alfiler. 

Antes habría tiempo para unos últimos bailes y brincos. A diez minutos de dar el cierre a las ansiadas fiestas, la txaranga Gauerdi –Medianoche, en castellano– se subiría al escenario, que se encontraba delante de la fachada del Ayuntamiento para apaciguar las penas. A ritmo de Chica ye-ye o Sigo siendo el rey, la multitud se dejó la pizca de voz que le quedaba. “Después de tanta espera, no me lo puedo creer que vayan a terminarse. Es el día más triste de mi vida”, comentó el pamplonés Unai Jiménez. La joven Andrea Sánchez se sumó a la idea: “Me da muchísima pena quitarme la faja y el pañuelico rojo del cuello, pero bueno el año que viene habrá más y mejor”. No era el caso de las hermanas Alazne y Ainhoa Goñi. Pese haber disfrutado de los Sanfermines como enanas, tenían ganas de volver a la realidad, al día a día: “Aunque los Sanfermines sean las mejores fiestas del mundo, en un momento dado el cuerpo te dice basta”. 

Pobre de Mí Jon Urriza Guillen

Independientemente de las sensaciones previas al último acontecimiento, a las 00.00 horas en punto, todas las miradas se fijaron en el balcón de la Casa Consistorial. El alcalde de Pamplona, Enrique Maya, había salido y desde lo alto, a viva voz gritó: “Pamplonesas, pamploneses, han acabado las fiestas de San Fermín 2022. Después de tres años hemos disfrutado de unas fiestas maravillosas. Todo empezó aquí el día seis con el chupinazo de Juan Carlos Unzué y ahora termina con este Pobre de mi, pero no hay que estar tristes porque ya falta menos para los Sanfermines de 2023. ¡Viva San Fermín! Gora San Fermín!”.

Pobre de Mí desde la Plaza del Castillo (3)

Pobre de Mí desde la Plaza del Castillo (3) Juan Miguel Ochoa de Olza

Con la última palabra, la txaranga Gauerdi comenzó a tocar el Pobre de mí, que sonó cuatro veces durante los diez minutos que duró el evento final. Con el objetivo de que no decayera el ánimo, la emblemática canción, Uno de enero, dos de febrero..., también resonó con garra. Tanto en los minutos previos como en los posteriores, algún cántico no sanferminero se escuchó. Los más futboleros recordaron al equipo de la tierra, a Osasuna, a ritmo de Goazen gorriak garaipen arte –Vamos rojos hasta la victoria, en castellano–. En definitiva, cada uno se despidió de las nostálgicas fiestas a su manera. Algunos alzando el pañuelico rojo al cielo, otros, con vela blanca en mano y había quienes prefirieron brindar desde los balcones de la Agencia Elizari por lo vivido y por lo que queda por vivir. Eso sí, todos pudieron apreciar los fuegos artificiales, que se lanzaron desde la Plaza de los Burgos. “¡Qué bonito ha sido vivirlo en primera línea, por primera vez ! Nunca había tenido la ocasión de ver los fuegos artíficiales y me ha fascinado verlos”, dijo Jose García de 10 años, natural de Pamplona.

Pobre de Mí desde la Plaza del Castillo

Pobre de Mí desde la Plaza del Castillo Ana Ibarra Lazkoz

Al término de la música, todo el mundo se marchó. No hubo ningún rezagado. En menos de diez minutos, la Plaza Consistorial se había quedado desértica. No había tiempo que perder. En muchos bares del Casco Viejo la fiesta continuaba y las peñas no tenían intención de retirarse. “Para qué sirve lamentarse. Nosotros vamos a seguir de juerga. Es más, tenemos intención de correr en el encierro de la villavesa”, reconoció Jesús Gutiérrez. Su amigo Juan, entre risas, comentó: “Nosotros somos borrachos, pero no tontos. En la Estafeta o en el Mercaderes corriendo delante de los toros no nos verás. Ahora bien, meterse en el encierro de la villavesa tiene más gracia. Es tradición”.

Pobre de Mí desde la Plaza del Castillo (2)

Pobre de Mí desde la Plaza del Castillo (2) Sagrario Zabaleta

Ainara e Irene no le encuentran sentido. “Nosotras no somos muy partidarias de ningún tipo de encierro. Nosotras preferimos hacer una buena juerga e ir directamente a almorzar un buen plato de huevos fritos con chistorras y tomate, que el estómago nos lo pide”, sentencian entre risas.

Pobre de Mí desde el Ayuntamiento

Pobre de Mí desde el Ayuntamiento Anne Martiarena