"Ojalá lo vean los del TAS"

Aunque el presidente de Osasuna, Luis Sabalza Iriarte (Sangüesa, 23/10/1947), había asegurado en todas las entrevistas previas al lanzamiento del Chupinazo que iba a ser tradicional y que en el balcón del ayuntamiento de Pamplona no iba a hacer referencias a la exclusión de Osasuna de la Conference League por parte de la UEFA, lo cierto es que finalmente no se pudo reprimir y de manera sutil soltó ante una plaza abarrotada: “No nos rendiremos, aupa Osasuna”. Lo hizo después de dirigirse a las pamplonesas y los pamploneses, primero en español y después en euskera, para abrir las fiestas de San Fermín en representación del club, elegido por Enrique Maya, alcalde de la capital navarra hasta hace escasas fechas, para lanzar el Chupinazo de 2023 por su excelente temporada deportiva –así lo atestiguan el segundo subcampeonato copero de su historia y la clasificación para Europa, ahora en entredicho por asuntos del pasado– y por su centenario, celebrado hace tres años sin público por culpa de las restricciones derivadas de la pandemia de covid-19.

“No iba a decir sólo ‘aupa Osasuna’, había que decir algo más y creo que he sido comedido diciendo lo que creo que es el sentir de todos. Ojalá lo estén viendo el presidente de la UEFA y los del TAS, que son ahora los que tienen que decidir”, explicó Sabalza tras el lanzamiento. Y es que el club rojillo, tras conocer hace un par de días la decisión del Comité de Apelación de la UEFA de no atender sus alegaciones para desmontar el informe de los inspectores del ente que rige el fútbol europeo sobre la inelegibilidad de Osasuna para jugar en Europa el próximo curso, tiene previsto recurrir esta decisión ante el TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo) para pelear por el derecho a disputar la Conference League que el equipo se ha ganado en el campo y que en este momento está perdiendo en los despachos.

“Ha sido una emoción indescriptible”, dijo el presidente de Osasuna sobre el lanzamiento del Chupinazo, durante el que no se le quebró la voz en ningún momento, motivo de orgullo y satisfacción para los familiares que ayer le acompañaron en el ayuntamiento de Pamplona. Junto a Luis Sabalza estuvieron dos de sus hijos, el mayor, también de nombre Luis, y la menor, Ana, mientras que el mediano, Pablo, que reside en Canarias, no pudo desplazarse hasta la capital navarra porque esta misma semana ha sido padre de Amalia. Tampoco pudieron acudir a la cita las nueras del presidente, pero sí su yerno, Román, pareja de su hija Ana, y el hijo de ambos, Daniel, nieto del máximo mandatario rojillo.

Como Luis Sabalza ejerció de lanzador del Chupinazo en representación de Osasuna, en el balcón estuvo escoltado por el entrenador del primer equipo masculino, Jagoba Arrasate, y dos de los capitanes, David y Unai García. Pero hubo más rojillos en el interior de la casa consistorial, como los también futbolistas Kike Barja y Jon Moncayola, además de toda la directiva en pleno –a excepción de Manuel Piquer–, el director general, Fran Canal, y los responsables de los fichajes y la planificación, el director deportivo Braulio Vázquez y el secretario técnico José Antonio Prieto, más conocido como Cata.

César Muniáin, vicepresidente segundo de Osasuna, se quedó “con los cánticos de apoyo de la gente y los gritos pidiendo justicia para el equipo”. Para Canal, “los momentos buenos como éste siempre merecen la pena, vengamos de un momento bueno o de uno malo, aunque las últimas semanas están siendo convulsas y muy difíciles”, dijo en referencia a la exclusión de Osasuna de las competiciones europeas, tesis que también manejó el director deportivo, Braulio Vázquez: “Por todos los días que llevamos fastidiados, es como para estar orgullosos que nuestro presidente tire el Chupinazo”. “Es un orgullo participar en un acto tan representativo para la sociedad navarra”, remató Cata, gallego como Braulio y Canal.