El día después del Nafarroa Oinez
El pasado domingo , unos 100.000 euskaltzales pudieron disfrutar de un sin fin de propuestas en un marco festivo en el que no faltaba detalle. Ayer tocaba dejarlo todo como si no hubiera pasado nada. De ello se encargaron unas 350 personas.
EL nuevo centro para la ikastola Andra Mari de Etxarri Aranatz está más cerca. "Es un proyecto de gran envergadura, valorado en 4-5 millones de euros que queremos hacerlo por fases. Lo recaudado en el Nafarroa Oinez nos permitirá iniciar la primera fase. Ahora toca hacer cuentas" señaló ayer Pello Urzelai, vicepresidente de Andra Mari. También afirmaba que "la valoración es muy positiva. Hemos recibido mucha ilusión para seguir con nuestro proyecto".
Es más, Urzelai señaló que "estamos tan contentos de lo bien que se ha trabajado, que estamos estudiando dar continuidad a estas dinámicas. Se ha creado muy buen ambiente entre los voluntarios. Todo va a ser poco para el proyecto en el que estamos embarcados. Cuantos más recursos consigamos, haremos una ikastola mejor" afirmó. Todavía en primera línea, reconocía que "se nota el cansancio. Hasta ayer, por la tensión, la gente aguantaba mejor. Tal y como han ido las cosas, creo que todos debemos estar orgullosos del trabajo que hemos realizado".
Y es que ayer era el día después de la fiesta de las ikastolas de Navarra era una jornada de valoraciones y sobre todo, de limpieza. Desde la nueve y media de la mañana, y con una gran helada, unas 350 personas comenzaron con diferentes tareas. Los alumnos de ESO de Andra Mari, 108 en total, así como ocho profesores por grupos se encargaron de recoger basura por todo el recorrido, 9,5 kilómetros, así como en las siete áreas habilitadas en las tres localidades que acogieron la fiesta del euskera: Arbizu, Lakuntza y Arruazu.
También un grupo de padres y voluntarios. "Pronto hemos entrado en calor" observó Marta Miranda, mientras se afanaba en barrer los márgenes de la carretera en el polígono de Lakuntza. Muy cerca, otro grupo quitaba las vallas de protección que se colocaron en parte del recorrido. Eran 2.000 en total. Mientras, otros grupos desmontaban escenarios y txoznas. En definitiva, mucho trabajo del que se ocuparon más de 300 personas.
Los alumnos afrontaban la tarea cantando y con bromas. No en vano, ayer no tuvieron clase. Además, buena parte de la limpieza se hizo el día anterior. Así, Aitor Sabando, Jokin Urzelai, Iñigo Galarza, Ander Zelaia, Sarai Aramendia, Beñat Jaka, Amagoia Hermoso e Itziar Martiarena, armados de guantes, pinzas y bolsas recorrían el área 3 a la caza de basura, supervisados por su andereño, Mikelatxo Flores. Otros grupos hacían lo propio en otros tramos. Al final, todo quedo impecable, más limpio de lo que estaba, cómo afirmaban algunos. Y es que se limpió la basura de ayer y la existente con anterioridad.
TXIKIAK HANDI "Se ha hecho realidad el lema de esta edición Txikiak handi, porque nos hemos sentido grandes por un día gracias al apoyo de las miles de personas que estuvieron ayer, a las que agradecemos su apoyo poder continuar con los objetivos que nos habíamos planteado" observó ayer Urzelai. En relación afluencia, el mismo domingo se apuntó que unas 100.000 personas habían acudido al Nafarroa Oinez, Urzelai se mostraba cauto. "Lo importante no es la cantidad. Lo cierto es que había mucha gente en todas las áreas y con muy buen ambiente. Se ha disfrutado mucho. Es muy difícil calcular pero sabemos que los parkings estaban llenos y que el pan, 40.000 barras, se agotó" señaló.
El vicepresidente de Andra Mari destacaba el mensaje de este Nafarroa Oinez, el más internacional en sus 29 años de andadura. "El mensaje que hemos querido exportar en defensa de las lenguas minorizadas, de la importancia de la diversidad lingüística y cultural a sido muy positivo. Hemos sentido que hemos conectado con la gente. Las relaciones que hemos tendido con otros organismos han sido muy fructuosas. Ha dejado un poso de cara al futuro muy interesante" señaló.
retraso en los trenes La avería de un tren en Uharte Arakil provocó un retraso en el servicio de regreso a Pamplona que alteró el normal discurrir de la jornada y que afectó a unas mil personas. Según fuentes de Renfe, esta incidencia alcanzó también a los dos trenes que debían circular a continuación y que no pudieron salir a la hora prevista. De ahí que entre las ocho y las nueve de la noche se multiplicaran los problemas.
Los organizadores tuvieron que improvisar otra salida para reconducir la situación. "Intentamos buscar autobuses pero nos llevó tiempo y hubo momentos largos de desconcierto. Conseguimos tres autobuses. Había gente que quería ir al partido de Osasuna y no pudo llegar. Fue una situación complicada que se solucionó con muchos padres voluntarios. Queremos pedir disculpas por la situación creada. También queremos agradecer la paciencia enorme que tuvo la gente. Fuera de esto, la valoración es muy positiva" concluyó Urzelai.
Renfe, por su parte, fletó doce autobuses para llevar a los pasajeros a sus destinos.
Debido al retraso, el servicio de autobuses de la línea 9 que une la estación de Renfe de Pamplona con el núcleo urbano había finalizado. No había taxis suficientes, por lo que muchos tuvieron que llamar a familiares y amigos.