pamplona. El alumnado del IES Pedro de Ursúa de Mendillorri está sufriendo los daños coleterales de las obras que se están realizando para cubrir una parte del patio. Los ruidos de las máquinas, según afirman varias familias, no dejan de escucharse durante toda la mañana y, al quedar inutilizado el patio, los escolares pasan el rato del recreo en unas pistas polideportivas situadas en el solar situado entre las calles Concejo de Elcano y Concejo de Ustárroz (lugar que ellos mismos denominan la jaula o la cárcel) o en un terreno del parque de los depósitos de agua.
Ambos lugares se encuentran al aire libre por lo que los alumnos de 1º, 2º y 3º de ESO están sufriendo estos días (y lo que les queda en los próximos meses) el frío y las lluvias propias del mes de noviembre. En concreto, los alumnos de 1º de ESO pasan el recreo en un terreno del parque de los depósitos de agua mientras que los de 2º y 3º de ESO disfrutan de la media hora de ocio en las pistas que denominan la cárcel o la jaula.
Por su parte, los estudiantes de 4º de ESO y de 1º de Bachillerato (de momento no hay alumnos de 2º en el centro) salen del instituto y, según aseguran las familias, "cuando llueve se resguardan en los porches o donde pueden". Normalmente en los institutos sólo salen fuera los estudiantes de Bachillerato mientras que los de Secundaria se quedan en el centro, sin embargo, según explican estas familias, "nos han dicho que la ley permite que salgan porque son menores responsables".
ruidos en clase Pero las obras no sólo obliga al alumnado a mojarse sino que también les genera muchas molestias durante las clases. En las aulas más cercanas a este espacio (las situadas en la parte derecha del instituto) se escuchan ruidos de las máquinas durante toda la mañana, lo que les obliga a estar con las ventanas y persianas cerradas, según afirman varios estudiantes del centro. Además de los ruidos, en estas clases, estos alumnos también aseguran que las obras provocan vibraciones y en algunos momentos les tiemblan las sillas. Pero aunque ellos son quienes sufren más de cerca, las molestias, los ruidos los padecen también los escolares que estudian en las otras partes del centro, hasta donde llegan los ruido de las máquinas. Una maquinaria que, según afirman las familias, está ocupando el patio anexo al que está de obras.