El presidente de la Comisión de reconocimiento de las víctimas de ataques contra la integridad física, la indemnidad y la libertad sexual en el ámbito de la Iglesia católica, José Antonio Echauri, presentó este miércoles en el Parlamento foral la memoria anual correspondiente a 2024, que refleja que se han reconocido a un total de 16 víctimas de abusos sexuales en el seno de la Iglesia. Otras 15 fueron reconocidas el año anterior, con lo que son 31 en total. La comisión ha recibido, desde el inicio de su actividad en octubre de 2022 y hasta lo que va de año de 2025, un total de 77 solicitudes, 73 pertenecientes a víctimas y 4 a testigos. De las 61 solicitudes de víctimas recibidas hasta diciembre de 2024, 44 han sido iniciadas para su valoración, 10 están en proceso, 1 fue abandonada y 6 están a la espera de iniciar los trámites de valoración. De las 44 iniciadas, 33 han finalizado con 31 personas reconocidas, un reconocimiento desestimado y otra persona que rechazó el mismo. El pasado año se iniciaron 27 expedientes, de los cuales 17 finalizaron con 16 reconocimientos y una solicitud desestimada, otros 10 se encuentran en proceso de valoración y 7 más están en trámite.

La media de edad de personas evaluadas es de 65 años, con un intervalo entre los 45 y los 83 años, provenientes de familias numerosas, con media de 4 hermanos y con intervalo de entre 1 y 7 hermanos. Diez de las personas reconocidas están casadas, 3 divorciadas, 2 solteras y una viuda.

En cuanto al nivel académico, el 44% tiene estudios secundarios (7 víctimas), el 37% estudios universitarios (6 personas) y un 19% estudios primarios (3 víctimas). Asimismo, la mitad de ellas están jubiladas y la otra mitad, en activo. Entre otras cuestiones analizadas, 11 de las víctimas refieren no haber acudido nunca a los servicios de salud mental, mientras que 5 sí han necesitado asistencia psicológica en algún momento de su vida. De estas últimas, 2 de ellas presentan trastornos de personalidad y 3, trastornos emocionales. En cuanto a consumos y adicciones, 3 han respondido afirmativamente y 13 han indicado que no han consumido nada.

Durante la comparecencia parlamentaria, en la que intervino junto a la integrante de la Comisión Esther Aldave y la directora de la Oficina de Víctimas del Delito, Izaskun Gartzaron, Echauri explicó, en cuanto a los victimarios, que “en esta ocasión las 16 víctimas fueron agredidas por una única persona”. En cuanto al sexo, once de estas víctimas son hombres y cinco son mujeres.

Este, dijo, es “un dato relevante porque en los estudios, los análisis, incluso el propio informe” del Defensor a nivel nacional “aparecen muy pocas mujeres”. “Sin embargo, de una manera excepcional, en Navarra están apareciendo cada vez más mujeres y yo creo que es un dato a valorarlo en positivo”, ha indicado, tras añadir que “creo que hay mujeres que se están animando a contar sus historias y ojalá tenga eco en otros lugares”. En cuanto a victimarios y relación con las víctimas, “todas las víctimas hombres fueron agredidas también por hombres, y las cinco víctimas mujeres fueron agredidas por cuatro hombres y una víctima por una mujer”. Según Echauri, “es raro encontrar mujeres victimarias”, si bien “en ocasiones podemos encontrar la complicidad de algunas mujeres”.

La edad media de inicio de los abusos sexuales es a los 9 años, “aunque aparecen diferencias significativas, ya que hay víctimas en las que comenzaron con 5 años y otras con 16”. El 44% se circunscriben a la década de los 60 (7 casos), seguidos por las décadas de los 70 y 80 (3 casos respectivamente, un 19%), un 12% corresponden a la década de los 50 (2 casos) y 1 caso en los 40 (un 6%). De los 16 casos, 11 se produjeron en entornos educativos y colegios (un 69%), 3 en parroquias (un 19%), uno en el espacio del oratorio y otro en un domicilio familiar. Por su parte, 9 de los 16 abusos sexuales son considerados de carácter moderado, 6 de carácter grave, y uno es leve.

"Igual les pedimos algún expediente para saber cómo valoran"

En una intervención escueta, la parlamentaria de UPN, Ana Elizalde, se descolgó con una petición a los integrantes de la comisión de víctimas de abusos de la Iglesia en Navarra que retumbó en las paredes por no saberse qué fin buscaba con dicha petición. “Puede ser que les pidamos algunos de los expedientes (de víctimas), siempre desde el anonimato, para saber lo que se valora más allá de las cifras globales”, afirmó Elizalde.

Después de decir que “UPN ha estado, está y estará siempre con las víctimas de cualquier vulneración de derechos” y “no solo con la verdad, justicia y reparación”, sino también “con la garantía de no repetición”, Elizalde insinuó que los otros partidos del arco parlamentario son rotundos en su condena de estos actos execrables y no con otros. “Ojalá los partidos fueran tan tajantes condenando la violencia y los abusos en otros ámbitos”.