Cuatro de cada cien navarros sufren siniestros domésticos, el 3,5% por productos químicos
Consumo advierte de que los usuarios no miran los pictogramas de alertaLas mujeres y el grupo de edad de 25 a 44 años, los colectivos que padecen más accidentes
Pamplona. Cuatro de cada cien habitantes de la Comunidad Foral, es decir, unos 25.650, sufren al cabo del año un accidente doméstico o de ocio, según los datos de prevalencia del Instituto Nacional de Consumo. El 3,5% de estos siniestros están causados por productos químicos, un 9,6% por efectos térmicos y un 0,5% por efecto de la electricidad o radiaciones. Para prevenir este tipo de accidentes, ocurridos durante las actividades cotidianas o de ocio -más de la mitad de ellos suceden en el hogar-, los productos industriales y peligrosos, pero no solo estos, vienen acompañados de pictogramas e información para el consumidor. "El problema -advierten tanto desde el Servicio de Consumo del Gobierno de Navarra como desde el Instituto de Salud Pública- es que los consumidores no leen la información ni prestan atención a los pictogramas".
Todos los productos que nos rodean contienen en sus etiquetas información sobre sus características. Algunos productos como los electrodomésticos, productos de limpieza, calzado, juguetes, videojuegos o cosméticos, contienen pictogramas de manera complementaria, sobre aspectos relacionados con la seguridad del producto, previenen sobre ciertos peligros para la salud o advierten sobre si son o no idóneos para ser utilizados por menores. Algunas etiquetas incorporan pictogramas que aconsejan sobre el modo de empleo del producto en condiciones de seguridad o cómo mantenerlo en buen estado. En otra ocasiones informan sobre los materiales utilizados, el grado de respeto que el producto tiene con el medio ambiente o de sus posibilidades de ser reciclado.
Más eficacia "Un pictograma es una composición gráfica que contiene símbolos o figuras y que transmite una información específica, es decir sintetiza un mensaje", explica la responsable de Consumo, Blanca Berruete. De hecho, los pictogramas pueden ser más eficaces para llamar la atención del consumidor que las instrucciones escritas y transmitir la información independientemente del idioma que hable. "Cada vez hay más pictogramas y más productos que los llevan, unos porque lo necesitan y otros por prevención, apunta. El consumidor, sin embargo, no siempre es capaz de interpretar la información que transmite un pictograma, de ahí que desde Consumo se defienda la necesidad de seguir en la línea de informar sobre su significado, especialmente, de los que acompañan a los productos industriales. "Dependiendo de qué producto se trate puede causar un efecto u otro, desde un incendio hasta irritación, envenenamiento o asfixia por mala utilización o por mezclarlo, y, como consecuencia, producir lesiones de distinta gravedad y, en algunos casos, problemas de salud muy graves", alerta Berruete, quien insiste en la eficacia de la información gráfica. "Los pictogramas son claros pero hay desconocimiento entre los consumidores y se debe intentar atajarlo porque con más información se evitarían muchos accidentes, de ahí que sean tan interesantes actuaciones como la de la Asociación de Consumidores, Usuarios y Amas de Casa de Navarra Santa María La Real, que organizó una jornada sobre prevención de accidentes domésticos y en el hogar, en la que se habló muchísimo de los pictogramas", añade.
No hay que olvidar, en este sentido, que estos siniestros se distribuyen de forma heterogénea entre los distintos grupos de edad y sexo. "Se dan con más frecuencia en las personas de más edad", explica Berruete. El porcentaje más alto se registra en el tramo comprendido entre los 25 y 44 años, con el 38,3%. A este le siguen el de 45 a 64 años, con el 20%, el de 15 a 24, con el 16%, el de 65 y más, con el 11%, el de 5 a 14, con el 10,5%, el de 1 a 4 años, con el 3,7% y el menos de un año, con el 0,16%.
Las mujeres, en especial las amas de casa, por las tareas que desarrollan, se ven más afectadas por este tipo de lesiones (56,2%) que los hombres (43,8%). "Esta situación obedece a la persistencia de la desigual distribución de las funciones y roles sociales que desempeñan cada uno de los géneros y a que el sexo masculino se ha incorporado a la labor doméstica más recientemente y, por tanto, con menos edad", aclara. También son frecuentes estos siniestros en personas acostumbradas al uso de productos peligrosos o industriales. "Cuando se utilizan con frecuencia se pierde ese grado de inseguridad, se les coge confianza y es entonces cuando se puede producir el accidente", alerta.
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