En total, 800 kilómetros a los que se enfrentará un pelotón formado por 48 ciclistas, entre personas con discapacidad visual afiliadas a la Once, voluntarios internacionales de la Fundación ArcelorMittal y corredores de la Fundación HEM Schwerger.

Para llevar a cabo el proyecto, la fundación HEM Schwerger, una organización alemana con diversos campos sociales de actuación, pone la experiencia: en los últimos cuatro años ha colaborado en los Euro-Tándem-Tours, una iniciativa destinada a informar a los ciudadanos sobre la retinitis pigmetosa. Por otro lado, la Fundación ArcelorMittal aporta los voluntarios a través de su proyecto Vacaciones Solidarias, mediante el que los empleados de la multinacional se convierten en voluntarios e invierten parte de sus vacaciones en proyectos de la fundación.

"Tenemos a trabajadores procedentes de Alemania, Bélgica, Brasil, Canadá, España, Luxemburgo y Sudáfrica. La gran mayoría, al igual que ocurre con los corredores alemanes, no saben hablar castellano, por lo que van a tener que desarrollar una serie de aptitudes para conseguir comunicarse entre ellos y va a ser un desafío importante pero interesante. Se trata de un ejercicio de integración no sólo de las personas con discapacidad visual sino también un ejercicio de concienciación sobre la importancia de la detección precoz de los problemas visuales", explicó Asier Marquina, director del área de África y Europa del Oeste de la Fundación.

pilotos y copilotos Cada tándem estará formado por el piloto, que será un voluntario, y el copiloto, una persona con discapacidad visual. En todo el Estado, diez han sido las personas invidentes que han decidió subirse a las bicicletas, provenientes de provincias como Málaga, Castilla-La Mancha, la CAV, Madrid, Castellón, Barcelona o Granda.

Una de las parejas de piloto y copiloto es la formada por Belinda López Gallego, de 33 años y procedente de Castilla- La Mancha, y Alima Biberi, de 29 años y de Luxemburgo. "El año pasado hice algo similar en Castilla La-Mancha, unos mil kilómetros en 15 días, pero este proyecto es más ambicioso y bonito, tengo muchas ganas", explicó López, quién apuntó que "conocí el mundo del tándem a raíz de haberme quedado invidente, hace unos cuatro años". Por su parte, su piloto, Biberi, aseguró que "estoy muy contenta de estar aquí, quiero ayudar y dar de mí".

Rubén Capdevila, valenciano de 35 años, indicó que "me quedé ciego hace 7 años y una de mis ilusiones es hacer el Camino". El ciclista, que ha participado en la alta competición. apuntó: "Un tándem es una cosa guiada entre los dos y, en esta ocasión, va a ser difícil por el lenguaje y porque mi piloto no tiene experiencia. Anthony es sudafricano y hemos congeniado muy bien".

Por su parte, Roberto Macía, de 25 años y de Santander, e Ivan Manrique, de Cataluña y de 30 años, que suelen practicar ciclismo en tándem, explicaron que "va a ser una oportunidad de conocer a gente de otros sitios y, además, de reencontrarnos con viejos amigos con los que ya hemos competido en tándem".