PAMPLONA. Durante el verano de 1512, una vez consumada la invasión del reino y tras la rendición de la ciudad de Pamplona y la retirada de Juan III, se inició un proceso de capitulación de las villas y nobles del reino que puede darse por finalizado para el 21 de septiembre, fecha del juramento de fidelidad de las villas de Tafalla, Olite y Miranda de Arga.
Para entonces, y salvo la resistencia del castillo de Estella, el resto de villas y fortalezas de la Navarra peninsular habían prestado juramento de obediencia y fidelidad a Fernando el Católico, como el caso de la villa de Cáseda que ilustra este proceso de capitulación.