PAMPLONa. Irene Aivinhenyo, una nigeriana casada con un ciudadano español desde hace seis años, viajó las pasadas navidades a Nigeria para visitar a su familia y desde entonces no ha podido salir del país. Irene lleva nueve años en el Estado español y hace seis se casó con el pamplonés Fermín Mangado y desde entonces reside legalmente en Navarra. En noviembre del año pasado recibió la autorización de residencia de larga duración con validez permanente y todavía no había tramitado la expedición de la tarjeta de identidad de extranjero porque estaba a la espera de citación en la oficina de extranjería".

Las navidades estaban próximas y "mi mujer quería pasarlas con su familia porque hacía varios años que no la veía", explica su marido. "Debido a una mala información sobre la autorización de regreso, pensando que era necesaria solo cuando estaba en trámite la autorización de residencia, y como ya la tenía concedida, viajó a Nigeria el 18 de diciembre solo con la resolución de la autorización de residencia", lamenta Fermín. A la hora de volver, el día 5 de enero, no la dejaron embarcar en el avión y "le hicieron creer que se trataba de un problema con su pasaporte, que, aunque estaba en vigor, era del modelo antiguo". En ese momento inició los trámites para renovar el pasaporte y no le contó nada a su marido para no preocuparle, ya que su madre estaba enferma y le dijo que "se iba a quedar unos días más con su familia".

Con el pasaporte renovado, a principios de marzo, "volvió a intentar embarcar en el avión y tampoco le dejaron por carecer de la autorización de regreso. Fue entonces cuando me avisó del problema y empezó nuestro calvario burocrático", explica su marido.

de una a otra A partir de ese momento, Fermín se dirigió a la oficina de extranjería para solicitar una autorización o un salvoconducto para que su mujer regresara. "Me dijeron que no podían hacer nada. Me mandaron a las oficinas del Ministerio de Asuntos Exteriores y ellos me volvieron a mandar a la policía, que me volvió a decir que no era cosa de ellos", asegura Fermín. A raíz de esta respuesta, visitó oficinas de diferentes organismos: la oficina de inmigración del Gobierno de Navarra, la delegación del Gobierno, la oficina de inmigración del ministerio, Anafe, Cruz roja...y en todas la respuesta era la misma: "No es asunto nuestro y no podemos hacer nada, debes ir a la embajada de España en Nigeria. Me mandaban de una a otra". Finalmente Cáritas se preocupó por su problema y, aunque no pudieron solucionarlo, "me orientaron y apoyaron", explica. Desde Cáritas llamaron al consulado de España en Lagos para exponer el problema y buscar una posible solución. La única alternativa que les dio el consulado fue pedir un visado de reagrupación familiar. "A mí me parecía que debería de haber una forma más sencilla para solucionarlo", opinó Mangado.

Para no alargar más el problema, empezaron a tramitar el visado con los documentos que les pidieron y el día cuatro de mayo entregó los documentos en el consulado y pidió el visado. "En ese momento creíamos que todo estaba en vías de solución y solo quedaba esperar", explica. Sin embargo, el día 18 de junio recibieron una citación del consulado y al personarse Irene, le dieron la resolución de denegación del visado. "Era la denegación para un visado de reagrupación familiar como hija de Fermín Mangado, cuando lo había pedido como esposa e incluso pidieron el certificado de matrimonio y las fotos de la boda, y el motivo era la no presentación de todos los documentos", explica Fermín. Junto con la resolución les devolvieron todos los documentos "incluso los que decían que no había aportado".

Fermín decidió poner en conocimiento del Defensor del Pueblo en España esta situación y su respuesta fue que "admitían la queja y comenzaban una investigación".

otra solicitud Como no se sentían capaces de esperar y queriendo solucionarlo lo antes posible, el día dos de julio volvieron a solicitar el visado, entregando de nuevo los documentos necesarios. El día 23 de julio recibieron una llamada del consulado indicando que el Certificado de Antecedentes penales estaba caducado y debían presentar otro. "Este certificado está expedido el día diez de abril de 2012 y tiene una vigencia de tres meses, así que caducaba el diez de julio, aunque cuando solicitamos el visado, el día dos de julio, estaba vigente, desde el consulado se niegan a reconocerlo e insisten en que lo presentemos de nuevo", explica.

Ahora están en trámites de solicitar un nuevo visado que les llevará de tres a cuatro semanas, aunque cree que "cuando lo presentemos otro documento habrá caducado o faltará y tendremos que volver a empezar de nuevo", asegura Fermín. Además, explica que "en la web del consulado, para la obtención del visado de reagrupación familiar de cónyuge de ciudadano español, casado en el Estado, no piden como requisito dicho certificado". Fermín ha vuelto a acudir al Defensor del Pueblo pero su confianza está "bajo mínimos". Además, asegura que "es imposible hablar con la embajada y nadie es capaz de decirme nada". Por ahora van a esperar a ver qué les dicen desde Nigeria y si se lo vuelven a denegar, "ya no sé qué hacer". Han recibido propuestas ilegales para conseguirles los papeles, pero "no quiero arriesgarme, quiero que las cosas se hagan bien, pero que se hagan".