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El alumnado navarro aprueba el carné de conducir a la tercera o cuarta convocatoria

con frecuencia, los clientes no pagan las clases suficientes para superar la pruebaActualmente, el precio para obtener este permiso supone un desembolso mínimo de 1.000 euros en el mejor de los casos

El alumnado navarro aprueba el carné de conducir a la tercera o cuarta convocatoria

pamplona. El nuevo modelo de examen de conducir se puso en marcha hace casi nueve meses y, al ser las pruebas más largas, han contribuido a que se suspenda más. La nueva prueba dura 25 minutos, de los cuales 10 son de conducción autónoma, es decir, el alumnado debe seguir las señales hasta llegar a la dirección que le indique el examinador. Tanto autoescuelas como alumnos se han tenido que adaptar a este nuevo modelo. "Puede ser que los examinadores estén más rigurosos y que se suspenda más, pero es porque como el examen es más largo, los alumnos tienen más probabilidad de fallar", afirma Mª Jesús Burguete, encargada de la autoescuela Zunzarren de Burlada. Además, estos diez minutos de conducción autónoma pueden "jugar en contra de los que no se conocen la ciudad", explica Burguete.

A pesar de este cambio en el examen de conducir, los alumnos, de media, aprueban el carné de conducir a la tercera convocatoria, con aproximadamente 27-30 clases y una renovación de papeles de por medio para poder examinarse una tercera vez.

Para Mª Jesús Burguete, uno de los motivos por los que la gente suspende es "la falta de dinero por la crisis o por lo que sea". Esto lleva a muchos a "dar menos clases de las que necesita y luego suspende y tiene que pagar renovaciones" que le pueden llegar a costar entre 150 y 180 euros, dependiendo de la autoescuela. En este sentido, la encargada de Zunzarren subraya que "por no querer gastar a veces, gastan el doble".

Alfonso Goñi, profesor de la misma autoescuela, indica que, a pesar del cambio de examen, "tenemos 21 aprobados desde enero de este año, parecidos a los del año pasado". El profesor reconoce que "siempre hay excepciones, personas que dan 15 clases y aprueban a la primera", pero esto no es lo normal. Suele ser "porque han cogido tractor en el pueblo o ciclomotor y ya se conocen las señales y las direcciones", asegura Goñi. En el otro lado de la balanza están "los alumnos que van por la décima convocatoria con 60 clases a sus espaldas y tres renovaciones", añade.

En cuanto al precio de las clases, "del año pasado a este no hemos aumentado los precios", aunque la subida de las cuotas de Tráfico en 80 céntimos ha afectado al precio de la renovación de papeles, "ahora mismo nosotros lo tenemos en 150,14 euros", indica Burguete.

En general, las autoescuelas no han notado un gran cambio con el nuevo modelo. "He intentado adaptar las clases prácticas al nuevo tipo de examen haciendo hincapié en las señales y en dejarles más libertad a los alumnos", subraya una de las profesoras de la autoescuela Aurrera de Burlada. Para ella, los alumnos están "más cómodos" porque al final les dejan ir por donde ellos mejor sepan "sin la tensión de ¡derecha!, ¡izquierda!", explica.

El nuevo examen no ha supuesto un aumento en el número de suspensos. Los alumnos siguen teniendo la misma media de aprobados. "No es que haya más suspensos, depende del examinador y puede que los alumnos estén más nerviosos y vayan con más miedo durante los 10 minutos sin indicaciones", afirma Óscar Mendioroz, responsable de la autoescuela Plaza Lago de Burlada. En esta autoescuela, los alumnos que han aprobado el examen de conducir desde enero a julio suman 33, "parecido al año pasado, que fueron 31", asegura Mendioroz.

El problema está en que "cogen la oferta de las 10 clases que damos con el examen teórico y se presentan sin dar ninguna clase más por no gastar dinero y luego suspenden", explica Oscar Mendioroz.

ASOCIACIÓN DE AUTOESCUELAS Ana González lleva con su marido las autoescuelas Cirauqui de Pamplona. Además, forma parte de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Navarra (APANA). En su opinión, la gente "suspende más", pero no es por el cambio de examen, sino "porque el alumno regatea las clases y no va bien preparado al examen", subraya .

Para Ana González, el examen nuevo es "positivo para el alumno" porque van más "a su ritmo". Insiste en que el problema no es ni del recorrido ni del examinador, ni del coche, sino de "la poca preparación con la que se presentan al examen. Se creen que saben conducir y es una prueba bastante rigurosa", añade la dueña de las autoescuelas Cirauqui.