PAMPLONA. Los comercios de Pamplona abrieron ayer, domingo y víspera de Nochebuena, para intentar competir con la apertura de las grandes superficies. La jornada, según los comerciantes del Casco Viejo, transcurrió con pocas ventas, pero coincidían con que era una apertura necesaria en tiempos de crisis.
Muchos comerciantes abrieron obligados por la competencia de losgrandes centros comerciales, como el caso de Ana Vilches, propietaria de la tienda circense Galería de Mercaderes, quien considera que "si te dicen que el domingo abre todo, los clientes pueden dejar las compras para ese día".
María José García, dueña y empleada de Futbolmanía, afirma que "si vendo algo, bienvenido sea. Si abrimos es por culpa de las grandes superficies, que tienen un horario demasiado amplio para el que podemos soportar. Ellos abren casi todos los festivos, mientras que nosotros solo uno. No podemos hacer mucho contra eso".
A pesar de que de la mayoría de las tiendas estaban abiertas, salvo en la calle Zapatería, en la que solo abrió confitería Donezar, García subraya que "muchos comerciantes no lo han hecho porque no les compensa pagar a un dependiente cuando la gente solo compra picoteos".
Por otro lado, algunos comerciantes tienen como tradición trabajar este festivo. "Este es el único que abro en todo el año", comenta Sara Ancín, dueña de la Joyería-relojería Ancín de la Estafeta, al igual que Fernando Gómez, propietario de la cuchillería vecina que lleva su apellido: "Normalmente somos tres dependientes durante la semana, pero hoy -por ayer- he venido yo solo porque tampoco hacía falta más".
LA CRISIS Respecto a otros años, los comerciantes coinciden al afirmar que crisis se ha notado más que nunca. "Desde el año pasado se compra todo más tarde, a última hora. Ya queda muy poca gente previsora", afirma Ana Vilches.
Otros, como María José García y Fernando Gómez, cifran entre un 20% y 30% las pérdidas respecto a la campaña navideña de 2011. "De todas formas, los días más gordos son del 2 al 5 de enero. Cuando pase esa fecha, realmente sabremos cuánto hemos perdido", explica García.
Belén Ordóñez, propietaria de Jitu, en Mercaderes, subraya que "el 23 suele ser un día de mucha venta; pero esta vez no. Pero, tal y como está el panorama, es mejor abrir y vender algo antes que nada".
Mariví Manero, dueña de Mónaco Calzados de la calle Pozo blanco, achaca esta escasa venta a la falta de coordinación: "Si hubiese más unión entre los comerciantes del Casco Viejo, sí que habría más fuerza y llegaríamos al público". Manero considera que "si abriésemos todos, habría más movimiento, más clientes".
Aunque la actividad comercial fue escasa, las calles del Casco Viejo de Pamplona estaban más concurridas que cualquier otro domingo del año. Por contra, las grandes superficies y centros comerciales, como Itaroa y La Morea, recibieron una mayor afluencia de consumidores.
Muchos prefirieron pasear "por el buen tiempo que hace", explicó Beatriz, acompañada por sus padres y dos hijos. "Hemos comprado unas chucherías y alguna cosa para los niños, pero nada de Navidad".
Lejos de la tranquilidad de las calles del Casco Viejo de Pamplona, la hostelería en cambio, sí se benefició de la apertura de los comercios, tanto de los pequeños como de las grandes superficies. "Hay muchísima gente, más que ningún otro domingo. No damos a basto", expresaba con estrés un camarero del bar Gure Etxea de la Plaza del Castillo; opinión compartida por Mikel Andueza, de Il Café Di Roma, en la Plaza del Vínculo: "Los domingos solo está mi madre, pero he tenido que venir a ayudarla porque hay mucha más gente de lo normal". En cambio, un empleado del bar Windsor, vecino del anterior, achacaba esta subida de clientela "única y exclusivamente al día primaveral".
PROTESTA DE LAB El sindicato LAB recorrió ayer Carlos III en un piquete informativo para que los compradores se conciencien "lo que supone abrir estos días para las condiciones de los trabajadores del comercio", hecho que, aseguran, "precariza" sus condiciones laborales y "perjudica, sobre todo, al pequeño comercio".