bilbao. Un hombre de 50 años murió ayer en Bilbao al arrojarse por la ventana, desde un cuarto piso, cuando una comitiva judicial iba a desahuciarle de su vivienda por el impago del alquiler.

El suceso tuvo lugar en el número 2 de la calle Txakolin, en el barrio de Ibarrekolanda, sobre las 10 de la mañana cuando José Antonio D.G., separado y padre de una adolescente, se arrojó por la ventana y falleció en el lugar, pese a los intentos por reanimarle por parte de los servicios sanitarios de urgencias.

Una vecina del fallecido relató que se trataba de un hombre muy discreto y que apenas hablaba con el resto de vecinos del edificio. Esta mujer explicó que la comitiva judicial tuvo que recurrir a un cerrajero para acceder al piso, ya que nadie respondía a las llamadas.

Cuando por fin entraron a la vivienda, comprobaron que había una silla colocada junto a la ventana y que el hombre se había arrojado al vacío, según ha comentado la portavoz de Stop Desahucios en Bizkaia, Marta Uriarte.

Urirate recordó que este caso es "casi idéntico" al suicidio de Amaia Egaña ocurrido el pasado mes de noviembre en Barakaldo (Bizkaia), quien también se arrojó al vacío desde su piso cuando llegaba la comitiva judicial, una muerte que provocó los primeros cambios políticos sobre los desahucios.

A raíz de esta nueva muerte por un desahucio, el portavoz de Bildu en Bilbao, Txema Azkuenaga, ha solicitado al alcalde, Iñaki Azkuna, la convocatoria de una junta de portavoces extraordinaria para consensuar una declaración institucional contra esta "grave problemática".

comisión municipal En el borrador de declaración institucional que Bildu presentará al resto de formaciones, se plantea la creación de una comisión municipal, con presencia de los grupos políticos municipales y agentes sociales de la ciudad, para buscar alternativas a las familias afectadas por desahucios y estudiar iniciativas que puedan aliviar "el sufrimiento de los afectados".

Por su parte, el portavoz socialista, Alfonso Gil, ha reclamado que se aplique "sin pérdida de tiempo" una moratoria "real" de, al menos, tres años en los desahucios y que las instituciones movilicen los recursos económicos y materiales necesarios para que ninguna familia más tenga que dejar por este motivo su vivienda. También el sindicato ELA ha exigido la suspensión de las ejecuciones hipotecarias y desahucios, así como la revisión de los ya realizados

Cientos de personas se manifestaron ayer por la tarde en Bilbao en denuncia de este nuevo caso, una concentración convocada por las asociaciones contra los desahucios y apoyada por otros colectivos sociales, vecinales y sindicales.