pamplona. Javier Tirapu acumula más de 20 años de experiencia como neuropsicólogo. Por su consulta han pasado numerosas víctimas de tráfico, muchos de ellos ciclistas, con lesiones cerebrales de gravedad. "Tuve un caso de un chico que iba a trabajar en bicicleta. Pilló un bache y sufrió un traumatismo grave, con secuelas importantes. Ha necesitado entre 2 y 3 años de tratamiento y aunque ha recuperado cierta funcionalidad, ahora trabaja a media jornada por el cansancio que sufre", expone. "Seguramente un casco le hubiera prevenido las lesiones", agrega.

El especialista explica que "entre el cráneo y el cerebro tenemos una región cubierta de líquido. Si nos caemos con una bici, normalmente el cerebro se golpea en la parte de atrás y después, por rebote, en la parte frontal, que es donde hay neuronas muy susceptibles de sufrir lesiones con secuelas". Esa región, señala Tirapu, "se encarga básicamente de la memoria, de los procesos de atención, razonamiento, la toma de decisiones, el tener en cuenta a los demás... Por eso yo diría el casco siempre, porque minimiza la gravedad de las lesiones".