Aguas para la pesca de la trucha en Endériz, en el Valle de Olaibar

endériz. Hace unos cinco años que José Vidal García, vecino de Ansoáin de 66 años, es pescador aficionado. Le gusta ir a Endériz, en el Valle de Olaibar, y con su caña ver pasar las horas a la espera de la preciada presa. "Me gusta este sitio. Cada 15 días o así echan truchas aquí y el agua del río Ultzama es bastante fría, hay mucho recodo, y la trucha tiende a refugiarse. Es bonito", explica.

Las aguas del Ultzama, a la altura de Endériz, son punto de encuentro habitual para los pescadores. Con la licencia preceptiva, se pueden pescar hasta tres truchas diarias. Pero el día no está yendo nada bien. "Hoy no he cogido ninguna. La riada ha influido mucho y, cuando las aguas van con fuerza, arrastran a las truchas, que son de piscifactoría", comenta José Vidal García.

Mientras que él prefiere pescar desde el puente por el que se accede al pueblo de Endériz -probablemente de origen medieval, y reformado-, otro aficionado, David Otxoa García, opta por echar la caña desde la orilla del propio río. Este joven villavés de 18 años es un asiduo a las aguas del Ultzama. "Me gusta bastante pescar. Suelo ir más a Sorauren, ya que me pilla más cerca y puedo ir en bici, pero hoy he venido con un compañero en coche. La verdad es que es una zona muy concurrida para la pesca", explica. Para David Otxoa el agua del Ultzama "es buena" si bien le gustaría que fuera "aún más fría". "Más arriba del curso, sin embargo, es mejor", sostiene.

Este río, a su paso por el Valle de Olaibar, baña los términos de Endériz, Beraiz, Zandio, Osavide, Olaiz y Olabe. En Endériz, además del puente, destaca la conocida como fuentica de Iturkoa, documentada ya en 1712, y la de Iturriotz (fuente fría), que consta ya en escritos de 1893. Entre el caserío de Osavide y Olaiz aún se conservan restos de un puente antiguo.