El precio de alquiler de pisos para estudiantes baja hasta un 30% en los dos últimos años

pamplona. El aumento en la oferta y la reducción de la demanda han provocado que el precio del alquiler de pisos de estudiantes en Navarra haya bajado un 30% en solo dos años. Muchos propietarios que antes de la crisis habrían vendido sin problemas sus apartamentos ahora se plantean alquilarlos, aumentando el número de alojamientos disponibles para los universitarios.

De esta forma, los más de 2.000 alumnos que vendrán este curso a estudiar a las dos universidades presenciales de la comunidad, Universidad Pública de Navarra (UPNA) y Universidad de Navarra (UN) son más exigentes y miran mucho todas las posibilidades antes de comprometerse con una. Según las ofertas de las inmobiliarias navarras, los precios medios de pisos con tres habitaciones y dos baños en zonas cercanas a las universidades se mantienen entre los 700 y los 850 euros.

"Hace unos años pedían un piso con un número de habitaciones y ya está, pero ahora que pueden elegir mucho más miran otras características de las casas como la calidad de los muebles y los electrodomésticos", señaló Raquel Velloso, de Inmosingular. A esto añadió que los jóvenes "ya no quieren el piso del abuelo, en el que hay que hacer reformas y que puede dar problemas, buscan apartamentos modernos y funcionales".

En este sentido, César Sádaba, de Inmobiliaria Fuente del Hierro, destacó que ahora también se mira mucho que "estén bien equipados, que cuenten con vitrocerámica, microondas o lavavajillas". Todo esto ha hecho que para "ser competitivos los caseros hayan tenido que acomodar sus precios a la demanda", añadió la propietaria de Inmobiliaria La Milagrosa, Pilar Usanáriz.

Sin embargo, la mayor bajada de precios no se ha producido en este último año, sino que la caída más fuerte se dio de 2011 a 2012. Sádaba destacó que "un piso de cuatro habitaciones hace dos años se podía estar alquilando por unos 1.150 euros, y en 2012 descendió el precio hasta 850". El cambio a 2013 se ha notado menos, bajando "como mucho unos 50 euros", aunque, según Sádaba, "la tendencia va a seguir a la baja".

Además, al aumento de oferta se ha unido un descenso en el número de alumnos. La UPNA y la UN han perdido en la última década cerca de 4.500 estudiantes. "Antes se valoraba más la movilidad, cambiar de comunidad para estudiar, pero ahora con la situación económica la gente busca primero cerca de su casa para tener que gastar lo menos posible", aseguró Carlos Ventura, gerente de residencias Carven. Con la pérdida de alumnos provenientes del Estado, "los centros, principalmente la Universidad de Navarra, se han publicitado más en Latinoamérica. Así que ha habido algún cambio en el perfil del estudiante, pero no de forma generalizada".

Ventura desarrolla ahora un modelo en alza en la Comunidad Foral, el de los pisos residencia. Lo que permite este modelo es vivir en un piso pero con las comodidades y las ventajas de una residencia. "Al principio llegan y no conocen a nadie por lo que optan por buscar un colegio mayor o una residencia, nosotros ofrecemos un modelo pionero en Navarra", remarcó Ventura.

Otra empresa que también ha apostado por este modelo es La Mila, que este 2013 va a debutar como alojamiento para estudiantes en Pamplona. "Este va a ser nuestro primer año", destacaron desde la empresa. "Por la experiencia que tenemos trabajando en este campo creemos que hacia mediados de agosto la gente empezará a inscribirse, aunque ya estamos recibiendo llamadas para pedir información", explicaron.

todo lleno desde agosto En otros casos, todas las plazas se encuentran cubiertas. Un dato que a principios de agosto solo se da en algunas residencias tradicionales (hay más de 30 en Pamplona) y no en los pisos. El motivo principal es la entrada de estudiantes de primer curso a las universidades, cuyos padres prefieren que pasen el primer año más controlados. A estos nuevos alumnos se suman aquellos que estuvieron durante el comienzo del grado en la residencia y que prefieren seguir algún tiempo más en este tipo de alojamiento.

"Tenemos toda la residencia llena, en general no solemos tener complicaciones porque las familias en los primeros años quieren un poco de seguridad", manifestaron las responsables de la residencia universitaria El Carmelo, situada en la plaza San Juan de la Cadena de Pamplona. Para poder alojarse es necesario "realizar una entrevista previa y, según van aprobando, muchas estudiantes deciden quedarse aquí", insistieron.

Otra de las claves para poder mantener un número medianamente estable de alumnos alojados es la fidelización. "Ofrecemos descuentos a los jóvenes que deciden seguir otro año con nosotros. De esta forma el siguiente curso les va saliendo más barato", informó el gerente de Carven.

trabajar por el alojamiento Los jóvenes de fuera de la Comunidad Foral que deciden estudiar en la Universidad de Navarra también pueden elegir entre colegios mayores, residencias, pisos tutelados o el programa CET, que permite a los alumnos compaginar estudio y trabajo.

Tal y como señaló Miren Clemente, secretaria del servicio de admisión de la universidad, "la mayoría de los alumnos de fuera que optan por los colegios mayores son de primer curso", apuntó. Se encuentran dentro del campus, son masculinos o femeninos y sus precios oscilan entre los 550 y los 1.000 euros. Los colegios mayores Belagua y Larraona tienen un coste de 1.041,85 euros y 875 euros al mes, respectivamente.

Los colegios femeninos suben un poco más de precio. Olabidea cuesta 945 euros al mes mientras que Goimendi llega a los 1.112 euros. Este último, en colaboración con el resto de los colegios mayores, posibilita a los alumnos que lo deseen formar parte del Proyecto CET (Cualificación, Estudio y Trabajo), que les permite trabajar para pagarse parte del alojamiento a la vez que compaginan esta actividad con sus estudios.

Por otro lado, los estudiantes pueden optar por las residencias universitarias recomendadas por la misma UN, aunque independientes de ella. Están repartidas por Pamplona y también son femeninas o masculinas. Los precios oscilan entre los 550 y los 700 euros al mes. Por ejemplo, la residencia femenina La Providencia cuesta 584 euros al mes, mientras que Nuestra Señora del Huerto, varía sus precios según el tipo de habitación. La doble cuesta 620 euros al mes, y la individual, 680.

La UPNA no tiene un sistema de alojamiento propio, pero desde hace varios años posibilita a los propietarios de pisos mandar anuncios dirigidos a los estudiantes que quieran alquilarlos. La institución también sirve de intermediaria con varias residencias en Pamplona, disponibles en la página web del centro universitario público.

La residencia Los Abedules es la única que tiene convenio con la UPNA. El precio depende del tiempo de estancia del estudiante y oscila entre los 400 y 600 euros al mes. También depende del tipo de habitación alquilada, que puede ser individual o compartida. La lista de admitidos fue publicada el pasado 31 de julio y en su web informa de que todavía quedan plazas libres.