Juan Manuel Fernández Martínez: "No es cuestión de subir peldaños, para mí el TSJN ya era lo más grande"

El lunes estaba con las emociones a flor de piel, haciendo frente a un aluvión de mensajes y felicitaciones y preparándose para el nuevo reto que se le asoma. Juan Manuel Fernández, presidente del Tribunal Superior del Justicia de Navarra, fue ayer confirmado como nuevo vocal del CGPJ. Era un secreto a voces y, aunque dice que siempre quedaba la incertidumbre, su nombre sonaba en todas las quinielas porque era un hombre con peso dentro de la lista de magistrados que apoyaba el PP. A la espera de ofrecer hoy unas valoraciones más precisas, Juan Manuel Fernández ya afirmaba anoche la tremenda alegría que se llevó cuando le fue ratificada la noticia.

Imagino que no por esperada deja de ser una satisfacción.

Es una emoción grande, una alegría inmensa. Hasta el momento había muchas expectativas, que al final no eran más que conjeturas y que no dejaban de ser incertidumbre. Todo eso tenía que concretarse y hasta ahora me había podido abstraer de todo este proceso. Lo que me gustaría ahora es poder compartir esta elección con la ciudadanía navarra, de la que he tenido muchas muestras de apoyo en los últimos días. Se me ha acercado mucha gente anónima a darme la enhorabuena y esa sensación me gustaría ahora que fuera correspondida con todos ellos.

Con esta designación, ¿cumple una vieja aspiración de acceder a cotas más altas? ¿Se le había quedado pequeña Navarra?

Ser presidente del Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) ha sido un honor inmenso durante diez años. No hay nada más grande y lo digo de corazón. Pero no se trata de una cuestión de subir peldaños. Yo no me había planteado la opción del CGPJ, pero hace unos meses surgió la posibilidad de aspirar a ese puesto y justo coincidía con el periodo en el que finalizaba mi segundo mandato al frente del TSJN y además en un momento delicadísimo para la Justicia en España. Entendía que, por una y otra razón, era el momento oportuno para dejar paso a otras ideas y que hubiera un nuevo aire en el TSJN. Pero no es algo que estuviera marcado en una hoja de ruta, porque como he dicho el TSJN ya era para mí lo más grande que me había pasado nunca.

No hay elección del CGPJ sin críticas, como ha sido el caso, al reparto de cuotas entre los partidos.

La Constitución establece que ocho de los vocales del Consejo serán juristas de reconocido prestigio, ajenos a la carrera judicial, que serán elegidos por Congreso y Senado. Se trata de una cuestión imperativa. Respecto a los otros doce magistrados, se contempla la elección por parte del Parlamento y de los propios jueces. Al principio, hasta 1985, fueron estos quienes los elegían y desde ese año se estableció un nuevo sistema. Con esto, lo que quiero decir es que las novedades que se han introducido es un asunto que tiene más que ver con las asociaciones de jueces. Tan válido es un sistema como otro, pero no me corresponde a mí cuestionar la legitimidad democrática de la elección parlamentaria.