su aparición el pasado fin de semana en las calles de Pamplona llamó profundamente la atención. En manos de policías municipales, los conductores que iban siendo detenidos en los controles diseminados por la capital se sorprendían al ver su funcionamiento. Al contrario que con los alcoholímetros indiciarios actuales cuyo uso está extendido en todas las Policías encargadas de vigilar el tráfico en Navarra, el sujeto sometido a la prueba no tiene que soplar utilizando una boquilla de plástico que morder. Ahora basta con hacerlo al vacío, dirigiendo el aliento hacia una boquilla de forma cónica acoplada al dispositivo que en décimas de segundo mide la concentración etílica y arroja el resultado.
Los agentes del Área de Tráfico de la Policía Municipal de Pamplona estrenaron este pasado fin de semana en fase experimental el AlcoSensor FST, una alcoholímetro de tamaño reducido y portátil capaz de determinar el nivel de alcohol de un sujeto a través de su respiración. El aparato está diseñado para la recogida de muestras en el aire cuando se está soplando en dirección al mismo, sin necesidad de contacto físico con la persona que está haciendo la prueba, lo que convierte a este método en más higiénico que la utilización de boquillas desechables.
Comercializado por la compañía Tradesegur, el alientómetro está siendo testado por los policías municipales de Pamplona y podría ser el futuro sustituto de los alcoholímetros si las pruebas son favorables y los resultados arrojan la fiabilidad suficiente. Frente a los dispositivos de mano que utilizan la Policía Municipal, la Policía Foral y la Guardia Civil, el AlcoSensor FST presenta algunas ventajas considerables, apuntan conocedores del instrumento: es más barato a la larga, ya que no requiere hacer gasto de consumibles (no hay que usar una boquilla por cada conductor, sino que la boquilla cónica es de uso múltiple); y además la prueba de impregnación etílica es más ágil, ya que la persona únicamente tiene que expulsar el aliento en su dirección. Como consecuencia de ello, los automovilistas que pueden ser sometidos al test aumentan exponencialmente en comparación con el método empleado en la actualidad.
El nivel de intoxicación del conductor se refleja en la pantalla LCD de la que está dotado el equipo, que en caso de superar la tasa de 0,25 miligramos de alcohol aboca al sujeto a ser sometido a la prueba mediante el etilómetro de precisión, siguiendo el mismo proceso que se lleva a cabo con los alcoholímetros indiciarios actuales.