“Tenemos el hábito de decirnos a nosotros mismos que cualquier adversidad es el fin del mundo”

¿Qué ofrece su nuevo libro?

-Ofrece la clave para que dejes de terribilizar. La terribilitis es la madre de todas las enfermedades emocionales, es el hábito de decirte a ti mismo que cualquier adversidad es terrible y el fin del mundo. Con mi método, las personas dejan de terribilizar. Llegan al convencimiento profundo de que ellos podrán ser felices hasta que se mueran pase lo que pase. Se dan cuenta de que ninguna adversidad impide ser feliz.

Con la situación de crisis que vivimos, parece imposible lograr esa felicidad infinita.

-Hablas de crisis, pero vivimos la mejor etapa a nivel material de la historia de España. En vez de gozarlo, decimos que estamos en una crisis muy grande. Una mente fuerte se dice a sí misma que lo único que necesita es la comida y la bebida del día, y techo para los días malos. Hoy en día, eso es un privilegio que no sabemos apreciar.

Quizás el problema esté en que se liga la felicidad a lo material.

-Si la terribilitis es la madre de los problemas emocionales, el padre es la necesititis, que es la creencia de que necesitamos muchas cosas para estar bien. Pero cuanto más necesites, más débil serás emocionalmente. Aunque esto es casi peor cuando hablamos de cosas inmateriales.

¿Por ejemplo?

-Necesitar a una persona al lado para no sentirnos lo peor del mundo, necesitar ser extrovertidos, listos, tener una vida emocionante... Son necesidades no materiales que nos vuelven locos. San Francisco de Asís dijo al final de su vida: “Cada vez necesito menos cosas y las que necesito, las necesito muy poco”. Nosotros deberíamos estar en esa línea.

Escribe un libro para lograr la felicidad. ¿Cree que somos infelices por naturaleza?

-La naturaleza del ser humano es ser muy feliz y esto es muy fácil, pero nuestra sociedad se ha vuelto súper exigente y nos transmite esa locura de ser exigentes con nosotros y todo lo que nos rodea. Pero el ser humano en medio natural no es así por sí solo.

¿Cómo definiría ese entorno natural?

-Trabajando lo mínimo para obtener también lo mínimo. Los indios del Amazonas, que para mí son un referente, trabajan una hora al día y el resto del tiempo realizan cosas artísticas. Esa es una vida correcta, no lo nuestro. Compara lo que se exigían a sí mismos nuestros abuelos con nosotros. A ellos ser extrovertidos y elegantes les daba igual.

¿Cree que los libros de autoayuda realmente ayudan a conseguir eso?

-A mí no me gustan los libros de autoayuda. De hecho, pienso que el 95% de ellos son timos, colecciones de palabras bonitas. Mis libros, en cambio, son diferentes porque están basados en la evidencia. Hay más de 2.000 estudios publicados en revistas científicas que hablan de la eficacia del método cognitivo.

¿Cómo funciona exactamente ese método?

-Una de las piezas claves del método cognitivo es que las emociones que tú vives cada día te las causan tus pensamientos, las provocas tú mismo con tus pensamientos. No nos afecta lo que nos sucede, sino lo que decimos acerca de lo que nos sucede. Por eso, tenemos que controlar nuestro diálogo interno.

En el libro señala que el humor es fundamental.

-Cuando nos encontramos con un conflicto con alguien de nuestro entorno, la norma cognitiva es no hablar del tema hasta pasados dos días, porque en el momento de la terribilización hablar es absurdo porque los términos del debate están exagerados. Lo único que podemos hacer es emplear el humor y el amor para hacer a esa persona salir del momento de locura. Y si eso no funciona, dejarle solo.

Ponga un ejemplo de esa mezcla perfecta entre humor y amor.

-Cuando mi madre se enfada con nosotros nos dice: “Me voy a ir y no me vais a ver más”. Yo le digo que vale, que retracte la herencia, para darle un toque de humor, y después le doy besos, para que tenga amor. Entonces se ríe y ya podemos ir a comer tranquilos.

10 claves de la felicidad

según rafael santandreu“No quejarse jamás”. “Quejarse interiormente solo te amarga, te bloquea y te propone soluciones descabelladas. Ya tienes todo para ser súper feliz, no vale quejarse”.

“Libérate de tanta comodidad”. “Nuestra sociedad nos ha vendido que la comodidad es igual a la felicidad, y eso es mentira. Si crees que es así, en cada incomodidad cotidiana te volverás neurótico. Una vida feliz es una vida aprovechada, no cómoda”.

“No exijas nada a nadie”. “Solo sugiere con amor el cambio. Conseguirás muchos mejores resultados y estarás mucho más tranquilo”.

“Acepta incondicionalmente a todo el mundo”. “Date cuenta de que todo el mundo es bueno por naturaleza, aunque sea en el interior. Puedes apartarte de las personas locas, pero en el fondo ámalas, o ama ese niño que llevan dentro. Eso quitará el rencor de tu corazón y recuperarás la confianza en las personas”.

“Acéptate incondicionalmente a ti mismo”. “Todos fallamos, es inherente en el ser humano, pero al mismo tiempo somos maravillosos por nuestra capacidad de amar. Cuando falles, perdónate y ámate”.

“Huye de las súper exigencias”. “La gente se vuelve loca por exigirse a sí mismo, a los demás y al universo. El universo es imperfecto y siempre lo será. Las cosas no deben funcionar bien siempre, es imposible y ni siquiera sería conveniente”.

“Ocúpate de ti mismo”. “Nadie necesita a nadie. No puedes hacer feliz ni infeliz a nadie porque la felicidad depende de cómo funciona tu mente. Por tanto, ahórrate esfuerzos en los demás y cuídate a ti mismo”.

“Acepta la impermanencia”. “Cualquier día caerá un meteorito sobre la Tierra y lo reventará todo con nosotros dentro, y estará bien. Quién va a contradecir al universo. Visto esto, ¿qué te va a preocupar de aquí en adelante? Despreocúpate porque todo es impermanente. Hoy estamos aquí y mañana no, pero goza de eso. Es un magnífico beneficio”.

“Emplea el amor y el humor”. “Son las mejores armas para combatir las neuras propias y de los demás. Cuando tu pareja terribiliza, se ponga loca, intenta hacerle reír y dale cariños. Habrá opciones de que salga de la locura”.

“Deja que tu pareja se acueste con otro”. “Vivimos en una sociedad absurdamente monógama, cuando ningún primate ni mamífero lo es. Nosotros tampoco. Los celos infantiles y adultos son igual de absurdos. Cuantos más participen del sexo en una comunidad, mejor para la comunidad”.