pamplona - Una iniciativa solidaria de estudiantes para estudiantes. La aportación económica de un grupo de exalumnos del Aula de la Experiencia de la Universidad Pública de Navarra ha permitido a unos cuarenta universitarios poder continuar con sus estudios. Jóvenes que están sufriendo situaciones de enorme vulnerabilidad por culpa de la crisis económica y que, de no ser por la contribución de estas personas, la mayoría ya jubiladas y con la vida “más o menos resuelta”, se hubiesen visto abocados a dejar la carrera, con lo que eso conlleva de cara a su futuro profesional.
“Muchas personas creen que las becas del Ministerio y del Gobierno foral cubren todo y no es cierto. Hay situaciones que las becas no alcanzan y gracias a las donaciones del Aula de la Experiencia varios estudiantes que están viviendo situaciones económicas complicadas en sus hogares han podido seguir en la Universidad”, afirman Natalia Tajadura y Balbina Liberal, de la Unidad de Acción Social.
La visita de los exalumnos del Aula de la Experiencia, con 6.000 euros bajo el brazo, supuso en verano de 2012 una bombona de oxígeno para las trabajadoras sociales de ese servicio universitario, que han visto como en los últimos años aumentaban las atenciones a estudiantes con dificultades económicas. “Vienen alumnos con sus problemas, te cuentan cómo están en casa y se te cae el alma a los pies”, asevera Tajadura. En un primer momento, la donación sirvió para afrontar el pago de la matrícula de tres alumnos. “Llegó justo a tiempo para rescatar a estudiantes que van a poder terminar la carrera este año”, afirma Liberal. Después, en 2013-14, las donaciones se han utilizado para la compra de bonos de comedor, transporte y al alquiler de pisos.
iniciativas oficiales El progresivo incremento del alumnado con dificultades económicas graves llevó a la UPNA a convocar en verano de 2013 un paquete de ayudas para el pago de la matrícula. Se destinan a financiar el importe total o parcial de la inscripción y son compatibles con otras becas siempre que la suma de ambas no supere el 100% del coste de la inscripción. En 2013-14, el centro recibió 117 solicitudes (algunas eran del curso anterior) y se concedieron 76 ayudas por un importe de 43.765 euros. Este curso, el centro ha recibido 54 solicitudes del alumnado con matrícula anual y del 1er semestre y ha concedido 35 ayudas por un total de 19.819 euros. Para afrontar la inscripción del 2º semestre, la UPNA abrirá este mes una nueva convocatoria para lo cual tiene retenidos otros 20.000 euros.
Aparte de estas ayudas, la Universidad ha impulsado en estos últimos años otras iniciativas para facilitar la estancia del alumnado en el centro. Se trata de las becas de colaboración en departamentos y facultades para estudiantes con dificultades económicas, que pongan en riesgo la continuidad de sus estudios. En el segundo semestre de 2013-14 se concedieron 6 becas de tres meses de duración cada una y cada universitario recibió 525 euros, y en el primer semestre de este curso se otorgaron 8 becas de dos meses, de 350 euros por alumno. Asimismo, desde 2013-14, los estudiantes pueden pagar la matrícula a plazos. Este curso, el 23% de los 3.919 estudiantes inscritos en carreras con matrícula anual y el 20% de los 3.023 en grados con matrícula semestral se acogieron a esta posibilidad.
las becas no cubren todo A pesar de estas ayudas de la UPNA y de las becas del Ministerio y del Gobierno, la donación de los exalumnos del Aula de la Experiencia, que ascendió a unos 6.000 euros, así como otra aportación que hicieron trabajadores de la universidad tras haber recaudado un dinero para afrontar una multa que finalmente no tuvieron que pagar, han permitido a los trabajadores de la Unidad de Acción Social comprar bonos de comedor y de autobús y afrontar el pago del alquiler. “Teníamos situaciones a los que no sabíamos que respuesta dar. Recuerdo un chaval que vino para decirnos que no podía seguir con la carrera porque no le daba la media para optar a una beca de residencia (tenía 5,4 y pedían 5,5). Vive en la Ribera y no podía pagar el piso ni el gasto del autobús (14 euros/día). El único sueldo que entraba en su casa eran 426 euros al mes. Otro alumno tenía una deuda que no podía afrontar y no podía matricularse”, asegura Tajadura.
Estas trabajadoras sociales recuerdan que es competencia de las universidades, y así se recoge en el Estatuto de los Estudiantes, garantizar el principio general de que ningún alumno haya de renunciar a sus estudios universitarios por razones económicas. Asimismo, las responsables de Acción Social quieren desterrar la idea “muy extendida” de que las becas cubren todo. “Con las donaciones hemos rescatado a estudiantes cuyas necesidades no son cubiertas por las becas”, remarca Liberal. Por ejemplo, en los casos en los que se matriculan de menos de 60 créditos (7-8 asignaturas) hay que aprobar el 100% para optar a beca. “Son estudiantes que miden con lupa cuántas asignaturas matricularse y suspender una no significa un mal rendimiento y más cuando hablamos de estudiantes que viven situaciones muy complicadas en sus casas que les genera inestabilidad y afecta al rendimiento. Tampoco cubren las 2ª y 3ª matrículas y en algunas asignaturas y carreras no es tan raro llegar a esa situación”.
20-23%
alumnado paga matrícula a plazos. Este curso, el 23% de los 3.919 estudiantes inscritos en grados con matrícula anual y el 20% de los 3.023 en grados con matrícula semestral se ha acogido al pago fraccionado. En total, 1.509.
14
becas de colaboración. En el 2º semestre de 2013-14 se concedieron 6 becas de colaboración de 3 meses para estudiantes con dificultades económicas (525 €) y en el 1er semestre de este curso 8 becas de 2 meses (325 euros).