la cigüeña, este personaje elegante de plumas blancas volando y sosteniendo en su pico a un bebé envuelto en un trozo de paño, no llegó ayer hasta el hospital Virgen del Camino, sino que se quedó a las puertas. Este es el caso de la niña que nació ayer alrededor de las nueve de la mañana en la parte trasera de un coche en frente de este hospital de Pamplona. El bebé tenía tanta prisa por salir del cuerpo de su madre que no esperó ni a que esta llegara al hospital.
Esta situación es la que se encontró Jorge Álvarez, adjunto del servicio de urgencias de pediatría, a las nueve y cuarto de la mañana concretamente, cuando un hombre entró gritando al hospital que su mujer estaba dando a luz en la parte trasera del coche.
El pediatra se disponía a ir con una compañera a su puesto de trabajo cuando se toparon con el padre pidiendo ayuda. Jorge Álvarez salió de inmediato a la calle mientras su compañera avisaba a celadores, ginecólogos y enfermeros, pensando ambos que la madre se encontraría en los primeros pasos del parto. Sin embargo, su asombró fue cuando se encontró con un bebé que ya se estaba asomando. Para cuando el médico se dispuso a ayudar a la madre, ella sola ya había hecho prácticamente todo el trabajo, la cabeza y el hombro del bebé ya estaban fuera.
A este médico le habían dado formación sobre partos, pero nunca había intervenido en uno de ellos. “Sí había asistido a alguno, pero nunca había tenido que atender el momento expulsivo, y menos en estas condiciones”, manifestó Álvarez. Ante la urgencia de la actuación, este pediatra supo cómo reaccionar basándose en la información que siempre le había aportado su madre ginecóloga y la experiencia que este tenía de cuando realizó la residencia. “En esos momentos te sale el instinto, como médico, de actuar”, expresó el pediatra, quien también explicó que en esos momentos solo pensada en la seguridad de la madre y del bebé. Además, añadió que se sentía seguro por saber que si se complicaba el parto estaban en la puerta del hospital y reforzado por especialistas.
“Ayudé a la madre a finalizar la expulsión y mientras llegaban mis compañeros le practiqué a la niña la reanimación básica”, declaró Álvarez. La niña empezó a llorar a los pocos segundos, reflejándose que todo había salido bien y así lo explicó el pediatra, que se quitaba mérito atribuyéndoselo a la madre y a la naturaleza: “Cuando las cosas van bien, salen bien ellas solas”.
Tras ello, llegaron el resto de compañeros, y mientras las comadronas cortaban el cordón umbilical, los sanitarios dispusieron un biombo para proteger la privacidad de la madre y las enfermeras taparon con mantas a la niña. Una vez controlada la situación, la bebé fue trasladada a una cuna con luz de calor y mantas calientes y la madre, la cual estaba muy cansada por todo el esfuerzo que realizó ella sola, fue ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos por una patología de base y por mera preocupación para tenerla en observación. Tanto el padre como la otra hija se mostraron más tranquilos y felices cuando vieron que la recién nacida estaba bien y que la madre se encontraba recuperándose favorablemente.
Al descubrir que el alumbramiento había ido bien, al pediatra le cayó todo el peso de la situación que había vivido: “Una vez que pasó todo y estaba controlado, me sentí emocionado e impactado”. Del mismo modo, expresó que el parto de ayer fue la situación médica más particular a la que se había enfrentado en toda su carrera.
Llamar al 112. En primer lugar, se debe llamar al 112 y mantener la calma siguiendo sus instrucciones. Lo habitual es que este tipo de partos sean sencillos y sin complicaciones.
Pautas a seguir. La primera de ellas es no tirar del bebe hacia fuera sino que se debe poner la palma de la mano bien abierta entre el final de la vulva y el ano. A continuación, hay que fijarse si el niño está despierto y si reacciona, si no es así debemos darle un masaje o realizar pequeños pellizcos en la espalda.
Paso fundamental. En cuanto salga, hay que colocar inmediatamente al bebé en contacto piel con piel con el pecho de su madre y protegerle del frío. Finalmente, hay que esperar a la atención sanitaria.
Complicaciones. Una vez que salga la cabeza hay que fijarse si el cordón umbilical rodea su cuello, en ese caso hay que retirarlo como si fuera un collar utilizando el dedo índice. En principio no hay que cortarlo, solo si se ve que el niño se está poniendo un poco amoratado. Lo mismo ocurre con la placenta. Para evitar hemorragias, no hay que tirar de ella ni intentar sacarla. Es mejor esperar la asistencia médica, ya que no hay ninguna prisa en extraerla.
TUDELA. En el 2007, una joven subsahariana de 25 años dio a luz a las 9 de la mañana con 4 grados bajo cero en plena calle de Tudela. Un matrimonio de jubilados encontraron a una mujer gritando de pie mientras abrazaba a su marido y se retorcía de dolor en una acera. Estos, tras llamar al 112, les invitaron a subir a su piso para arropar a la niña, que ya asomaba la cabeza.
PAMPLONA. Otra mujer dio a luz en plena calle de Noáin, cuando las contracciones se adelantaron de forma muy rápida; y el año pasado, una vecina de Artajona tuvo a su bebé por la tarde junto a Consultas Externas de Príncipe de Viana, en Pamplona.
PUERTO DE BELATE. En plena carretera de la N-121-A (Pamplona-Behobia), una mujer dio a luz en su vehículo a la altura de Belate, cuando se dirigía junto a su marido desde Elizondo a Pamplona. Ese día los túneles estaban cerrados.