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La red de salud mental atiende a 374 pacientes por trastornos de la conducta alimentaria este año

Nueve de cada diez casos son mujeresAlertan de un aumento de las manifestaciones del lado de la obesidad, como atracones, hiperfagia o bulimia, a pesar de que la mayor prevalencia esté en la anorexia

La red de salud mental atiende a 374 pacientes por trastornos de la conducta alimentaria este añoOskar Montero

pamplona - La red de Salud Mental del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea ha atendido este año, de enero a noviembre, a 374 pacientes con trastornos de la conducta alimentaria (TCA), de los cuales en 288 casos éste era su diagnóstico principal y en otros 86 se consideraba secundario. Así, el departamento constata “una ligera tendencia a la disminución en los últimos años”. En el año 2015 fueron atendidas más de 300 personas por esta patología. Concretamente, en los centros de salud mental recibieron tratamiento 303 y en el programa de trastornos de la conducta alimentaria (UTCA) del Hospital de Día, 104; si bien hay pacientes que pueden estar contabilizados en ambas.

El 30 de noviembre se celebró el Día internacional de la lucha contra los trastornos de la conducta alimentaria; patologías que afectan principalmente al sexo femenino, como se comprueba en la estadística de Navarra, donde 9 de cada 10 casos (el 92,7%) son mujeres. Al respecto, Iñaki Etxagüe Alcalde, psicólogo clínico del Hospital de Día Irubide del programa UTCA, señaló que “en la clínica van apareciendo más casos de varones, de chicos jóvenes, pero no creo que alteren mucho los porcentajes”.

En cuanto a la edad de los pacientes atendidos este año, cabe destacar que el 61,8% son jóvenes que no alcanzan los 30 años. De hecho, más de la mitad (el 51,7%) tiene entre 16 y 30 años; el 22,92% tiene de 31 a 44 años; el 13,89%, de 45 a 64 años; el 10,07% es menor de 15 años; y el 1,4%, más de 64 años.

valoración Por otro lado, Iñaki Etxagüe destacó que en la labor asistencial clínica observan que “el trastorno de la conducta alimentaria probablemente empiece a manifestarse más del lado de la obesidad”. En este sentido, el experto indicó que “aunque la mayor prevalencia esté en el otro lado, en el polo de la delgadez, de la anorexia, empieza a haber mayores manifestaciones del lado de la obesidad, por atracón, hiperfagia o bulimia”.

El psicólogo, que criticó la “influencia cultural de modelos determinados, donde la delgadez es un ideal”, sostuvo que “todo lo que sea normalizar la vivencia del propio cuerpo diferenciado e invitar a la aceptación y a la vivencia normalizada de ese cuerpo, entiendo que puede favorecer esos procesos muy internos de aceptación de la propia esencia, sin que esa aceptación quede boicoteada o sometida a esas cosas que desde lo cultural se sancionan en un sentido o en otro”.

Para prevenir estos trastornos, consideró “importantísima” la educación para la salud: “La escuela, la familia, la sociedad en general... todos esos contextos de socialización y de educación, ampliamente y globalmente entendidos, me parece que deben comprometerse con una educación para la salud transversal que enseñe a cuestionar modelos insanos”. En ese sentido, abogó por que en las familias y, dentro de ellas, los progenitores, tanto hombres como mujeres, deben estar “suficientemente capacitados para favorecer los procesos de individuación autónoma, sana y saludable de los hijos e hijas”, de manera que vayan creciendo como “seres autónomos, en vinculación con otros seres humanos también autónomos, pero sin que esa vinculación sabotee el sujeto individual que somos”.

Así, recomendó estar atentos a si el almuerzo regresa a casa en la mochila, si apartan en el plato lo que consideran grasa, si van inmediatamente al baño después de la comida, si desarrollan petequias por el esfuerzo de vomitar o prestan excesiva atención a la imagen en los medios de comunicación, pero “sin caer en el alarmismo”. Y en el caso de que tenga un familiar afectado, aconsejó “no angustiarse y abrirse mentalmente a posibilidades alternativas respecto a lo que, de inicio, consideramos”, además de “acudir al médico de cabecera, hacer una demanda y meterse en el cauce sanitario”, porque “lo que sí está demostrado es la eficacia de los tratamientos combinados”, que abordan tanto al paciente, como a la familia.

Como concluyó Etxagüe, estas complejas patologías, que requieren un trabajo “muy a largo plazo”, son “un misterio”. Porque consideró un misterio que alguien no coma, hasta incluso dejarse morir, que prefiera tener la sensación de estómago vacío, que se alimente para después vomitar o que coma hiperexcesivamente. “Como todos los enigmas -prosiguió-, nos invitan a investigarlos para ser desvelados. Y esa investigación sería el trabajo terapéutico, el tratamiento, la colaboración paciente-terapeuta, y a medida que vamos investigando, vamos dotándonos de algunos recursos que son sanos y saludables”.

Atendidos de enero a noviembre de 2016 diferenciando si es diagnóstico principal o secundario

Anorexia nerviosa74/6

Anorexia nerviosa atípica25/2

Bulimia nerviosa35/13

Bulimia nerviosa atípica19/7

Hiperfagia20/17

Otros trast. de conducta alim. 24/13

TCA sin especificar51/18

TCA38/10

Vómitos en otras alter. psicológicas2/0

Total general288/86

Con diagnóstico principal de TCA

Menor de 15 años29

Entre 16 y 30 años149

Entre 31 y 44 años66

Entre 45 y 64 años40

Más de 64 años4

Total288