Navarra recuerda la obligatoriedad de revisar la instalaciones de gas cada cinco años
Mientras que las operaciones de mantenimiento de las calderas deben realizarse según el tipo de aparatos, la potencia nominal y el uso del edificio
PAMPLONA. El Departamento de Desarrollo Económico ha recordado que es obligatorio revisar cada cinco años las instalaciones de gas natural y de gas butano, mientras que las operaciones de mantenimiento de las calderas deben realizarse según el tipo de aparatos, la potencia nominal y el uso del edificio.
Así lo ha señalado en una nota, en la que advierte que para ello es conveniente comprobar la fecha de la última revisión y calcular cuándo deberá realizarse la próxima.
Asimismo, el Gobierno de Navarra recomienda a la ciudadanía que desconfíe de las visitas no programadas de empresas a su domicilio para efectuar revisiones que no han sido solicitadas.
Recuerdan que no es obligatorio tener firmado un contrato de mantenimiento para las instalaciones de gas natural y butano, y tampoco en el caso de las calderas, salvo que la potencia sea mayor de 70 kilovatios.
Y si a un ciudadano le ofrecen un contrato de mantenimiento es conveniente observar sus condiciones, como por ejemplo el precio o el medio de pago.
El Gobierno de Navarra recuerda que las empresas deben disponer de hojas oficiales para presentar quejas, reclamaciones o denuncias. Asimismo, es una garantía escoger para estos servicios una empresa que esté adherida al sistema arbitral de consumo, pues en caso de disconformidad podrá resolverse el conflicto de forma amistosa, rápida y gratuita.
En el caso de las revisiones del gas natural, la empresa distribuidora está obligada a realizar la inspección periódica de las instalaciones y aparatos de sus abonados y abonadas. Pero, si así lo desea el consumidor o consumidora, la revisión puede realizarse con cualquier empresa instaladora de gas habilitada.
Concretamente, la empresa distribuidora debe avisar a su cliente o clienta tres meses antes de hacer la inspección y darle un plazo para que pueda contratar este servicio con quien desee.
Si decide contratar este servicio a otra empresa, esta última comunicará el resultado de la inspección a la distribuidora. Si pasado el plazo el cliente o clienta no ha dicho nada, la empresa distribuidora realizará la inspección, comunicando previamente el día y la hora.
Si el resultado de la inspección es favorable, la empresa entrega un certificado de inspección con una validez de cinco años que es necesario guardar. Por el contrario, si se detectan anomalías, el cliente o clienta tendrá un plazo determinado para subsanarlas.
Estas inspecciones, tanto si las hace la empresa distribuidora como otra elegida por el usuario o usuaria, se cobran únicamente en la factura de suministro.
Las mismas fuentes destacan que nunca le pueden pedir dinero en efectivo por este servicio. Ante cualquier duda con las revisiones, es conveniente contactar con la empresa distribuidora de gas natural en el teléfono gratuito 900 100 252.
Por su parte, respecto a las instalaciones de gas butano, la persona titular necesita solicitar a una empresa instaladora la revisión reglamentaria.
Cuando se supera la revisión, la empresa pegará un adhesivo en la instalación que acredite la fecha y sirva de recordatorio para la próxima. Además, entregará un certificado de revisión al propietario o propietaria que debe conservarse.
Las estufas de butano o las cocinas móviles conectadas por tubería flexible (goma naranja) a una sola bombona no necesitan pasar la revisión periódica. En este caso es la propia persona propietaria la responsable de asegurar el buen estado y correcto funcionamiento de la instalación.
Así, se recuerda que el tubo flexible se debe cambiar cuando lo indica la fecha de caducidad impresa en la goma, y el regulador cuando se haya estropeado ya que no caduca.
Además, en cuanto al mantenimiento de las calderas, las operaciones de mantenimiento preventivo deben realizarse en función del uso del edificio, del tipo de aparatos y de la potencia nominal, con una periodicidad que puede ir desde todos los meses a cada cinco años.
El propietario o propietaria debe pedir la revisión de la caldera a una empresa mantenedora habilitada.
Cuando se supera la revisión, la empresa pegará una etiqueta adhesiva en un lugar visible de cada generador de calor o frío de la instalación y la rellenará con los datos correspondientes.
Además, si la potencia es mayor de 70 kilovatios, entregará un certificado de revisión al propietario o propietaria que debe conservarse. Si la potencia es menor, la empresa entregará el registro de las operaciones de mantenimiento realizadas.
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