pamplona - La relación de Roi Reinaldo Castiñeira (Nigrán, Pontevedra, 1980) con el ajedrez empezó a los 4 ó 5 años, cuando su madre le enseñó a mover las piezas. Después, su padre asumió “el rol” de ser su profesor. Al principio, se trataba sobre todo de copiar las jugadas por simetría, pero Reinaldo recuerda cómo varios años después, cuando consiguió ganarle por primera vez con dama de más, empezó a dar saltos en casa. Con todo, tardó en participar en una competición, quizá porque a veces había que recorrer grandes distancias en coche para participar. Eso sí, cuando lo hizo por primera vez en su Galicia natal, ganó, y reconoce que eso pudo servirle de estímulo para continuar.

Afincado en Navarra, Reinaldo es ahora Maestro Internacional, por tener 2.500 puntos ELO en el ranking de ajedrez. En verano ganó un campeonato y, de haberse enfrentado a un Gran Maestro más, habría logrado también esa distinción. Pero reconoce que cada vez compite menos. Eso sí, el ajedrez se ha convertido en su profesión, como maestro en actividades extraescolares en los colegios y como entrenador de jugadores. Ahora, está involucrado en el proyecto, anunciado recientemente por el departamento foral de Educación, para que el ajedrez educativo sea usado en las aulas el próximo curso, dentro de otras asignaturas o como una materia optativa en 1º y 2º de la ESO. Pero, ¿cuáles son sus aplicaciones? Reinaldo mueve ficha para explicar en qué consistiría esta nueva materia.

¿Por qué cree que una familia apuesta por el ajedrez como una actividad para su hijo o hija?

-En mi caso, fue más bien por la afición de mi padre. Pero todos los padres consideran que es algo positivo, por unas razones u otras. No hay una varita mágica que anime a un niño a sentarse, calmado, a jugar. Pero creo que lo hacen por fomentar las inteligencias, por estructurar el pensamiento. Ayuda a una toma de decisiones razonada.

¿Es un mito que un jugador o jugadora de ajedrez sea más reflexivo?

-Todo en exceso es malo: yo, por ejemplo, soy excesivamente lógico. Pero, en general, es una actividad que ayuda a no hacer las cosas y luego pensarlas, sino a analizar las consecuencias de los actos, y la ventaja es que lo haces jugando, sin darte cuenta.

¿Y si el alumnado opta por el ajedrez porque es un juego?

-El ajedrez, como todo, requiere su estudio. Si quieres cumplir los objetivos que se exigirán, hay que trabajar. Puede suceder que haya chicos ya con un nivel y que, a nivel ajedrecístico, no les suponga un esfuerzo. Pero el ajedrez educativo no es solo jugar al ajedrez: a ese alumnado se les ayudaría a diseñar actividades, a colaborar con otros estudiantes que están aprendiendo. En el mismo aula, tienes que atender diferentes niveles.

Ahora, el ajedrez funciona sobre todo como actividad extraescolar en Navarra. ¿Cómo lo valora?

-En mi caso, soy profesor en extraescolares y también entrenador de alto nivel para jugadores que participan en competiciones. Las extraescolares tienen un pequeño problema, que es que habitualmente se desarrollan en horario de comedor, que sustituye al patio, y en algunos casos, sobre todo cuando hace buen tiempo, hay que lidiar con la desmotivación de algunos estudiantes. Porque, aunque les guste la actividad, buscan actividades con más movimiento. De ahí, en parte, nacieron mis inquietudes sobre cómo hacer el ajedrez educativo de una forma más estructurada.

Educación anunció su apuesta por incluir el ajedrez como una herramienta educativa o como una asignatura optativa. ¿La segunda opción le daría más entidad?

-Hay dos vías: como optativa en Secundaria, en 1º y 2º, y ver en función de la demanda si puede extenderse de forma progresiva; y en Primaria parecía más difícil de entrada plantear algo, así que se ha apostado por lanzarlo como un proyecto de innovación educativa [que se pueda incluir el ajedrez educativo dentro de otros proyectos], que es muy interesante.

¿Y cómo se podría nota en una asignatura de ajedrez educativo? ¿Habrá examen?

-(Ríe) No, el planteamiento es diferente. Habrá ejercicios, pero serán sobre todo autoevaluaciones.

En la rueda de prensa de Educación se anunció que se formará a profesorado dentro de los centros de apoyo. ¿Hay docentes preparados para un arranque de la materia?

-Ahora mismo hay unos 150 profesores formados, y se trata de animarles para hacerlo de forma piloto. Los centros tendrían que pedir la asignatura para ofertarla.

¿Hay un perfil entre el alumnado?

-La mayoría de los docentes lo enfocaban hasta ahora en cómo enseñar a jugar, preparar al alumnado para campeonatos... y ahí hay más respuesta entre los chicos que entre las chicas. Pero de forma educativa no hay diferencias entre chicos y chicas, la clave es la motivación.

¿Para mejorar en ajedrez hay que competir? ¿Eso no añade presión?

-La competición, si quieres evolucionar a nivel ajedrecístico, es fundamental. Porque aprendes diferentes enfoques, a controlar esas emociones... y sí hay cosas negativas, las que todos conocemos al ver por ejemplo un partido de fútbol, pero el aspecto social es el que yo más destaco, tras haber participado en competiciones y mantener contacto con mucha gente que conocí entonces.

¿Qué le parece que ahora haya muchos jugadores on line?

-Jugar por ejemplo en el teléfono es más sencillo, porque puedes hacerlo durante unos minutos... pero yo soy más defensor del tradicional, y eso se está perdiendo.