PAMPLONA - La Policía Nacional detuvo la semana pasada a tres trabajadores de un restaurante de comida kebab en el barrio pamplonés de La Milagrosa como supuestos responsables de la intoxicación de dos clientes con un producto raticida. Los arrestados, de origen pakistaní, están acusados de un delito contra la salud pública y otro de lesiones, y el local fue clausurado dos días.

La investigación se inició a raíz del ingreso hospitalario de una joven cuya sangre presentaba una extraña alteración en la coagulación, no explicable desde el punto de vista médico, según informó la Jefatura Superior de Policía de Navarra. La ingestión de un producto raticida era al parecer la única explicación posible para la patología que presentaba, una vez descartado que la víctima estuviese siguiendo un tratamiento con anticoagulantes.

Las pesquisas llevaron a los investigadores al restaurante de comida turca situado en el número 35 de la calle Juan María Guelbenzu, Bar La Galería Doner Kebab, donde la víctima y su pareja habían encargado la cena días atrás. Según indicó la Policía Nacional, desde el primer momento ambos percibieron un “extraño sabor” en la comida, que achacaron a algún cambio en las salsas. Los dos jóvenes se sintieron indispuestos y mientras que él se recuperó en apenas siete días, su compañera veía cómo los síntomas continuaban e incluso empeoraban, hasta que finalmente fue ingresada en el Complejo Hospitalario de Navarra.

En el registro realizado en el interior del restaurante el pasado jueves día 19 participaron miembros de distintas brigadas de Policía Nacional (Judicial, Extranjería y Policía Científica), personal de la Inspección de Trabajo y de los Servicios de Sanidad del Ayuntamiento de Pamplona. Se hallaron distintas cantidades de un producto raticida altamente tóxico, compuesto por trigo rojo, que impregnaba incluso la encimera donde los empleados manipulaban la comida.

Por ese motivo fueron detenidos A.A.B, B.Z.U. y K.M., quienes quedaron en libertad el mismo viernes 20 de octubre tras ser puestos a disposición judicial del Juzgado de Instrucción número 1 de Pamplona, investigados por un delito contra la salud pública y otro de lesiones. Por su parte, el local quedó precintado en el momento del registro como medida cautelar y después de las correspondiente limpieza e inspección de Sanidad, fue reabierto el sábado.

La Jefatura Superior de Policía ha puesto a disposición de otros posibles afectados los números de teléfono 948 29 97 86/87, donde podrán ampliar la información, en su caso, en las correspondientes denuncias.