1.300 kilómetros para combatir la ELA
ÁNGEL ARCOS VIAJA DE GANDÍA HASTA SANTIAGO, VÍA RONCESVALLES, PARA OBTENER FONDOS PARA INVESTIG | aR esta enfermedad
De la misma manera que la búsqueda de una cura para la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) es una carrera de fondo, el peregrinaje de Ángel Arcos Gil también lo es. Diagnosticado de esta enfermedad hace un año, este valenciano de 32 años se ha propuesto un reto físico como “pequeño homenaje a aquellas personas que ya no pueden hacer actividades físicas” y con el fin de recaudar fondos para la investigación de la ELA: recorrer 1.300 kilómetros desde Gandía hasta Santiago de Compostela.
Ángel ya ha superado la primera fase del desafío que ha consistido en viajar desde Gandía hasta Roncesvalles en bicicleta en un total de 6 días. Ahora peregrinará hasta Santiago de Compostela a pie “en unos 35 días, si todo va bien”, según apuntó ayer a su paso por Pamplona.
Hace cerca de dos años el ahora peregrino empezó a sentir problemas al flexionar un brazo, sin darle mayor importancia en un primer momento. Conforme pasaba el tiempo y las pruebas médicas descartaban otras dolencias, Ángel supo que las cosas no iban bien. “Cuando me diagnosticaron ELA medular reaccioné fatal. Estuve un mes prácticamente sin comer y sin salir de la cama. No quería ver ni a mi familia”, admite.
El pasado noviembre viajó a Camerún donde vivió cuatro meses que le hicieron “cambiar el chip”: “Vi que la gente era feliz con nada y pensé que yo tampoco podía estar todo el día lamentándome. Suena a típico, pero es la verdad”. Ángel confesó haber salido de un círculo más superficial en el que solo vivía para “trabajar y gastar” y pasó a disfrutar de las cosas más sencillas como “tomar unas cervezas con los amigos o ser más cariñoso con la familia”.
Antes de empezar a notar los primeros síntomas de la ELA, Ángel se encontraba en plena forma física y entrenaba duro para competir en atletismo y ciclismo. A pesar de que su dolencia le obligara a retirarse hace dos años, esto no le impide hacer lo que más le gusta: “Ahora me lo tomo con más tranquilidad e incluso lo disfruto más”. Además, confía en que “la enfermedad no pueda con él: El cerebro es lo más poderoso que tenemos y si me mantengo positivo espero no empeorar demasiado físicamente”.
A través de este desafío personal, este gandiense espera llegar al mayor número de personas posible para servir como ejemplo y poder ayudar a otros que se encuentran en una situación similar a la suya. De esta forma, recordó que un joven de Zaragoza contactó con él a través de De Gandía a Santiago kilómetros solidarios por la ELA, la página de Facebook en la que Ángel gestiona y expone este reto. La propuesta consistió en realizar una etapa del Camino juntos: “Me dijo que estaba pasando por una depresión y que yo le había inspirado. Esto le da sentido a lo que estoy haciendo. El abrazo que me dio al terminar fue lo más gratificante”, explicó.
Ángel Arcos quiere con este reto dirigirse directamente a aquellos que reciben un mal diagnóstico como el suyo para decirles “que no miren al futuro sino que vivan el presente, que es lo único que existe. Compadecerse es perder un tiempo que podrías invertir en ser feliz”.
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