barcelona - Una supuesta granada fue la causante del pánico generado ayer en la estación de Sants, y más tarde en Atocha con una hebilla de un cinturón. Una pasajera hizo saltar todas las alarmas cuando se disponía a acceder al AVE desde la capital catalana.

Allí el personal de la estación detectó un objeto sospechoso y enseguida se dio la orden de desalojar las vías 3 y 4 de la estación. Tras recibir la voz de alarma, la Policía mandó detener el tren antes de llegar a su destino. Fue entonces cuando los Mossos detectaron que no era un objeto peligroso. Los Mossos investigan por qué Adif tardó media hora en avisar del artefacto. - Efe