Tener discapacidad intelectual no ha supuesto una barrera para que Rubén Moreno Pardo cumpla su sueño de ser masajista deportivo y tener su propia consulta. Además, este joven de Ansoáin de 27 años acudirá el miércoles a Madrid a la gala de los VI Premios CEPYME como finalista en la categoría pyme o empresario autónomo por la inclusión laboral de personas con discapacidad. Solo él y quienes le rodean saben todo el trabajo que ha realizado a lo largo de los últimos años para poder conseguirlo. “La gente puede pensar que los que tenemos discapacidad no podemos hacer gran cosa, pero con esfuerzo se consigue”, comenta Moreno.
primeros pasos Empezó a trabajar en una fábrica, pero enseguida se dio cuenta de que eso no era lo suyo. Fue entonces cuando, en un viaje a Madrid, un amigo le sugirió ser masajista o montar su propio negocio “para poder vivir”. Desde entonces, Moreno empezó a formarse para poder trabajar de lo que hoy en día es su pasión, ser masajista deportivo. Entre sus estudios cuenta con los cursos de Técnico en quiromasaje, cursado en el Centro Hera (ya no existe), y de Técnico especialista en Masaje Deportivo, en ISED. También tiene un Máster en Terapias manuales y Complementarias. Antes de comenzar su andadura en este ámbito, fue al colegio Ezkaba y estudió en Irubide hasta tercero de la ESO. Después, hizo un PCPIE en la Escuela Sanitaria.
Moreno recuerda que el proceso de formación para ser masajista deportivo “fue difícil, porque había mucha teoría y era larga y complicada de entender”, pero con su esfuerzo y quedándose más horas que sus compañeros para adaptar el temario a sus necesidades, logró aprobar todos los exámenes. La parte práctica de los cursos afirma que le fue mejor, también gracias a la ayuda de los profesores, que incluso le dejaron grabar las clases para luego poder verlas en su casa. También le ayudó complementar sus estudios con prácticas en Oberena y colaborar después con la Mutilvera como masajista de Primera Regional, club con el que sigue colaborando dos años después.
Empezó atendiendo a un grupo reducido de personas en su casa, pero en 2017 al joven navarro se le pasó por la cabeza la idea de hacerse autónomo y abrir su propio centro de masajes. Es entonces cuando acudió a Avanza Navarra, el portal de formación y empleo de Cocemfe Navarra, la confederación española de personas con discapacidad física y orgánica, donde le ayudaron a hacer la gestión y “el papeleo, que fue complicado y una locura porque no sabía ni por dónde empezar”, según comenta Moreno. Pero su tesón y positivismo hicieron que todo saliera bien. El masajista confiesa que para su entorno fue una decisión difícil de comprender. “Me dijeron que no me hiciese autónomo, que trabajara en una empresa. Pero yo les dije que no, que quería montar el negocio”, explica. Y el sueño se convirtió en realidad en 2018.
el centro de masajes Rubén Moreno empezó trabajando en un local pequeño, pero desde principios de este año se ha trasladado al bajo del nº 4 de la plaza Félix Huarte de Iturrama, un sitio que le permite ser más visible y en el cual espera “tener estabilidad con los clientes para poder ampliar la consulta”. En cuanto a los masajes que realiza, todos son manuales. “El trabajo manual se está perdiendo. Sin desmerecer a nadie, pero hay mucha gente que va a que le den un masaje y la mitad se lo hacen con máquinas. Aquí es todo manual, y mucha gente viene por eso”, reflexiona.
El centro de masajes está abierto tanto a personas deportistas, ya sean amateurs o profesionales, como a las que no lo son, por eso a su consulta acuden desde estudiantes hasta patinadores o triatletas de élite. “Mucha gente no sabe que tengo discapacidad, y cuando se enteran alucinan con que haya puesto un negocio y además yo solo”, indica.
El joven define todo lo que ha conseguido como “un reto y una superación. Mucha gente te dice que no puedes, pero si te quedas con eso, y no pruebas, nunca vas a saber si puedes o no”. Por eso, anima a las personas que tengan una discapaciadad a que, “si quieren y pueden, luchen por sacar adelante la idea que tengan en la cabeza. El negocio puede salir bien o no, pero sobre todo hay que tener ganas, constancia y mucho esfuerzo, y que te guste lo que vas a hacer”, señala.
RECONOCIMIENTOS Rubén Moreno, además de derribar estereotipos, es un ejemplo para otras personas que se ven limitadas por su discapacidad para emprender un negocio. Una muestra de valentía y esfuerzo que se vio reconocida en 2018 en la I Feria de Trabajo Autónomo organizada en Navarra, donde consiguió el premio a mejor experiencia empresarial del año en la categoría de discapacidad.
Este año, Moreno ha sido seleccionado como finalista en la categoría de pyme o empresario autónomo por la inclusión laboral de personas con discapacidad de los Premios CEPYME. En la gala, que se celebra el miércoles en Madrid, se conocerá si el ganador es él o Alberto Muñoz, quien “tiene un restaurante en Zaragoza donde trabajan empleados con discapacidad”. Moreno admite que no se creía estar seleccionado para optar al premio, pero también afirma que “es un orgullo estar ahí. Que te valoren por tu trabajo es una satisfacción muy grande. Sientes que ha valido la pena hacer lo que has hecho”, expresa.
Masajista de la mutilvera
Colaboración. Rubén Moreno Pardo colabora desde hace dos años con la Unión Deportiva Mutilvera, club al que llegó para hacer las prácticas tras hacer el curso como técnico especialista en masaje deportivo. “Mi primera opción era ir a Valladolid a Primera División, porque suponía trabajar con profesionales. La segunda era la Mutilvera, porque conocía un jugador que se trataba conmigo y me lo recomendó. Fui para 60 horas de prácticas y llevo más de dos años. Para mí es un reto de superación colaborar con la Mutilvera”, comenta el masajista, que atiende a los jugadores de Primera Regional, quienes “se han implicado mucho”. El está agradecido al club por la oportunidad que le dio de estar en contacto con los futbolistas y en el club celebran todo lo bueno que le pase, por eso le desean “toda la suerte del mundo para el miércoles. Queremos darle las gracias por su implicación y su trabajo, pero sobre todo por ser tan buena persona y tan alegre con la gente del club”, señalan.