La probabilidad de fallecer en un incendio se multiplica por tres para mayores de 65 años y por ocho para quienes superen los 85 años.

Así lo sostiene en su tesis la nueva doctora en Arquitectura por la Universidad de Navarra (UN) María Fernández-Vigil, quien en su trabajo estudia el problema de los incendios en los hogares de personas mayores, un drama que podría ir en aumento debido al envejecimiento de la población en España y en Europa.

Según explica la arquitecta, en su trabajo se encontró con que no existe una base de datos a nivel nacional regulada, estandarizada y sistemática, para conocer la problemática real de la mortalidad en incendios residenciales, de forma que desde 1994 no se publican estadísticas oficiales, por lo que optó por crear su propia base de datos de personas lesionadas y fallecidas en España en 2016 a causa de un incendio con lo publicado en los medios de comunicación.

"Después cotejé mis datos -1.650 incendios, 2.120 lesionados y 130 muertos ese año en nuestro país- con los de Mapfre âque habla de una media de 115 fallecidos anualmente a causa de incendios en España-. Y con este punto de partida pude extraer las causas y factores de riesgo asociados", explica la nueva doctora en una nota de la UN.

Entre las causas la primera fueron los aparatos de calefacción portátiles, seguida de incidentes por causas eléctricas y fuegos provocados por los cigarrillos, con una concentración del número de víctimas en los meses de invierno.

En relación a los factores de riesgo, su investigación confirma entre los más relevantes la edad avanzada, la antigüedad de la vivienda y los bajos ingresos: "También observamos que hay más riesgo relativo de incendio mortal en localidades con pocos habitantes y para aquellas personas que tiene algún tipo de discapacidad, especialmente si se relaciona con movilidad reducida".

Respecto a las medidas de protección que propone la investigadora en su trabajo destaca el uso obligatorio y adaptado a personas mayores de sistemas de detección y alarma.

Señala que "en España esto solo es obligatorio en viviendas de más de 50 metros de altura, contrariamente a lo que sucede en Estados Unidos, Reino Unido, Japón o Francia, por ejemplo. También habría que adaptarlos a las personas mayores, para que fueran sistemas con la frecuencia e intensidad de señal adecuadas".

Además, la doctora en Arquitectura por la Universidad de Navarra incorpora otra opción: "Se trata de crear compartimentos de incendios en el interior de las viviendas donde el usuario pudiera esperar el rescate de forma segura si queda bloqueada la puerta de salida".

La doctora testó estas alternativas con programas de simulación de evacuación y dinámica de incendios sobre viviendas reales y que tuvieron como resultado una importante reducción en el nivel de riesgo.