- 27 años después, la lucha de la familia Ibar por demostrar la inocencia de Pablo, acusado en Estados Unidos de un triple homicidio, continúa con el fin de garantizarle un nuevo juicio justo y que se celebre "con garantías".

No en vano, la plataforma Pablo Ibar juicio justo, con su portavoz y activista en derechos humanos, Andrés Krakenberger, junto con el padre de Pablo, Cándido Ibar, y su esposa, Tanya, ofrecieron ayer una rueda de presa en Gasteiz para anunciar que ya han presentado la apelación en la que cuestionan el veredicto de la sentencia que le condenó a cadena perpetua por un triple homicidio cometido en Miramar (Florida), en 1994, cuando la policía halló los cuerpos sin vida del propietario de la casa, Casimir Sucharski, dueño de un local nocturno, y dos de sus bailarinas, Sharon Anderson y Marie Rodgers.

"El veredicto de culpabilidad lo cuestionamos absolutamente por las irregularidades manifiestas, las más llamativas incluso se pudieron ver en el documental de HBO. Nuestro propósito es anular el juicio y la sentencia, para repetir el juicio, que sería el cuarto por el que pasaría Pablo. El primero fue declarado nulo porque el jurado no se ponía de acuerdo, en el segundo fue condenado a pena de muerte, y en el tercero a cadena perpetua", recordó Krakenberger.

La defensa de Pablo Ibar presentó una apelación para pedir un nuevo juicio en el tribunal de apelaciones del distrito número 4 de Florida pero la decisión podría demorarse un año, ya que ahora se abre un plazo para que la Fiscalía presente alegaciones y posteriormente habrá otro periodo para que la defensa rebata los argumentos de la acusación.

De ahí lo importante que es ayudar a Pablo, algo que se puede hacer, como precisó Krakenberger, mediante dos formas: enviándole cartas a la cárcel para darle ánimos o participando en la campaña de crowdfunding puesta en marcha en la página www.pabloibar.com, puesto que para que se celebre el nuevo juicio necesitan reunir 1.100.000 dólares, como mínimo, ya que es lo que costó el anterior procedimiento y para cubrir también los gastos de apelacióncifrados en unos 250.000 dólares. Por eso, no descartan traer al abogado de Pablo para que explique ante los medios comunicación el nuevo procedimiento y se recauden fondos "de una manera más potente".

"Con todo el respeto a las familias de las víctimas, si tiramos hacia delante, es porque tenemos una batería de argumentos demoledores que tienen que ver con toda una serie de irregularidades habidas en el juicio, básicamente juego sucio por parte de la Fiscalía, porque ésta no respetó una serie de decisiones tomadas dentro del propio tribunal. Entonces, creemos que son argumentos de peso, pero si lo verá así o no el tribunal no sabemos porque no tenemos una bola de cristal, pero si hay que seguir apelando después, se seguirá haciendo", destacó el portavoz de la familia Ibar.

Y todos ellos están con ánimos para seguir apelando, hasta el propio Pablo, que se ha recuperando del "tremendo palo" de la derrota judicial que le dejó "decaído", tal y como se lo manifestó a ellos en la llamada que tuvieron este domingo con él. Cándido rememoró cómo se "escapó" de Estados Unidos en cuanto conoció la cadena perpetua de su hijo. Volvió al caserío Ibar en Zestoa, que hoy mismo visitará Tanya junto con sus dos hijos, para conocer los orígenes de esta familia, famosa por las hazañas de pelotari de cesta punta de Cándido en Miami, hermano a su vez del exboxeador José Manuel Ibar Urtain). "Sin ustedes estaríamos perdidos", enfatizó el progenitor. "Yo tenía la esperanza de haber venido aquí con él, pero desgraciadamente no ha sido así, pero he traído a los hijos para que conozcan a su familia. Pablo está animado para seguir luchando", resaltó Tanya.

Apelación

La familia ya ha presentado sus argumentos para la apelación. Ahora, la Fiscalía tiene que presentar sus contraargumentos. La decisión respecto a la apelación "se estima sería entorno a estas fechas del próximo año".

Antecedentes

En 1997 hubo un primer juicio que se declaró nulo. En el año 2000 hubo un segundo juicio donde le condenaron a muerte, anulado en. 2006 porque las pruebas eran "escasas y débiles". Mismas pruebas por las que se le condenó a cadena perpetua en mayo de 2019.