El edificio de Cáritas de Pamplona recibe cada día un goteo de personas en busca de un futuro mejor. Decenas de personas cruzan a diario esa puerta para pedir una ayuda desesperada. En el centro, son atendidas por cuestiones de muy diversa índole como falta de trabajo, vivienda, necesidad de alimentos o de documentación. Detrás de las cifras hay personas y este texto recoge el testimonio de tres de las que llegaron a Cáritas una fría mañana de febrero.

J.Z., ecuatoriano de 58 años, acudió a la oficina buscando lograr la doble nacionalidad española y ecuatoriana . "Quiero hablar con la abogada de Cáritas porque tiene que ayudarme con un asunto de papeles. Estamos en trámites, pero necesito que ella me ayude a rellenar todo para poder enviar a Ecuador toda la documentación. He pedido una cita previa con ella para que me ayude. Los papeles ya están listos, solo falta que llegue la partida de nacimiento desde mi país. Es un trámite complicado, pero parece que por fin van a llegar todos los requisitos", explica.

"La ayuda de Cáritas es muy importante porque la abogada me sale gratis. No sé cuánto cobra un abogado, pero ya cobrarán lo suyo y no podría permitírmelo. La abogada de Cáritas me ayuda tranquilamente, con calma y gratis. Se lo agradezco mucho", concluye.

El 28% de las personas atendidas en Cáritas están en situación administrativa irregular, por lo que se trata de un problema muy habitual. Una situación similar vive E., hondureña de 39 años. "Se me han vulnerado todos los derechos por el hecho de no tener mi documentación en regla. Esto hace que se me dificulte totalmente todo, el no tener un empleo, el no poder acceder a un médico de forma continua, la preocupación que me genera el no poder avanzar, el llegar a un punto de estancamiento total, de frustración, incluso de fracaso. Ser mujer y llegar a un país desconocido en donde no conozco a nadie, donde no tengo ningún apoyo, ni un familiar o amistad en donde poder apoyarme, es muy duro. Habría que dar más oportunidades y facilidades a las personas inmigrantes", reflexiona.

N.A., procedente de Marruecos y de 35 años, buscaba en Cáritas apoyo para encontrar trabajo. "He pedido cita porque estoy buscando empleo y necesito dinero. Llevo en Pamplona tres años y ahora vivo en San Jorge junto a mi familia. Nunca he trabajado. El mes pasado no cobre la Renta Mínima Garantizada y necesito recibir ayuda económica en Cáritas. Espero encontrar mi primer trabajo gracias a esta asociación", deseó. En 2021, Cáritas consiguió cerrar 135 contratos de trabajo de personas a las que atendió.