La terapia celular es “una modalidad terapéutica un poco diferente a lo que estamos acostumbrados”, ha reconocido el doctor Juan José Lasarte, director del programa de Inmunología e Inmunoterapia del Cima Universidad de Navarra, quien ha explicado que, a diferencia del fármaco, la molécula, la droga o la pastilla tradicional, en este caso la terapia son células vivas del sistema inmunitario que normalmente se extraen del paciente, se modifican in vitro en el laboratorio para que adquieran capacidad antitumoral, se expanden hasta conseguir gran cantidad y se vuelven a inyectar al paciente para que reconozcan las células tumorales y las eliminen. De este modo, ha apuntado, “ejercen su función, no un rato, sino el tiempo que estén vivas”, como si fuesen “una factoría viva de fármacos”.

Para avanzar en el desarrollo de esta terapia, la Comunidad Foral puso en marcha en 2019 el proyecto DESCARTHeS, un consorcio público-privado coordinado por el Cima en el que también participan el Hospital Universitario de Navarra (HUN), Navarrabiomed, la Clínica Universidad de Navarra (CUN) y la empresa Recombina Biotech, que han unido esfuerzos para “poder acercar todavía más estas terapias al paciente”, ha afirmado el doctor Lasarte, coordinador del consorcio.

También ha explicado que “en la Clínica se están desarrollando ya ensayos clínicos reales con estas células y en pacientes con un éxito muy interesante. Reforzar la interacción entre los centros ha permitido avanzar mucho más en un proyecto que es estratégico para Navarra. Además, a nivel nacional interesaba consolidar todo el conocimiento para poder aplicarlo más pronto que tarde a los pacientes navarros y de todo el Estado”, ya que se trata de “una técnica muy novedosa” en la cual otros países, como Estados Unidos y sobre todo China, “han avanzado muchísimo”.

Charla en el Cima

En la tarde del jueves, expertos del Cima y de la CUN dieron a conocer en La terapia celular: una realidad en la lucha contra el cáncer los avances en el desarrollo y la aplicación de la terapia con células CAR-T en Navarra.

Como ha explicado Lasarte, “hace un par de décadas se entendió cómo se activaban nuestras células de defensa y es a partir de ahí cuando se vio que era posible hacer modificaciones de esas células para dotarlas de una propiedad antitumoral más potente”. Se trata, ha expuesto el investigador, de “una técnica bastante compleja, cara, que requiere de mucha infraestructura y de gente muy especializada”, de manera que “ha sido en estos últimos años cuando se ha podido poner todo en marcha y empezar a aplicarse. Al principio de forma experimental, pero ahora ha demostrado que tiene una eficacia antitumoral muy fuerte”.

Así, para modificar genéticamente a los linfocitos del propio paciente con el fin de que reconozcan el tumor, introducen “los CAR, que son receptores quiméricos de antígenos que permiten a los linfocitos reconocer y eliminar la célula tumoral”. De este modo, se pretende reducir la toxicidad de los tratamientos convencionales, a veces menos específicos.

Concretamente, ha sostenido Lasarte, “la terapia celular ha tenido un éxito increíble en leucemia linfática aguda, en leucemia linfática crónica y también se está viendo en mieloma múltiple. En otras enfermedades hematológicas no es tan eficaz y tampoco se ha demostrado tanta eficacia en los tumores sólidos: cáncer de páncreas, de pulmón, de estómago, de colon, etc. Ahí hay un gran reto: conseguir mejorar la terapia celular para que sea también eficaz en estos tipos de tumores”.

Ensayo clínico

En cuanto al proyecto DESCARTHeS, que finalizó en octubre de 2021 y que financió el Gobierno de Navarra con 1,6 millones de euros, el doctor Felipe Prósper, codirector del servicio de Hematología de la CUN, ha afirmado que “ha servido para desarrollar todos los pasos necesarios para poner en marcha un nuevo CAR-T, con una tecnología diferente, basada en vectores no virales, para el tratamiento de pacientes en recaída con linfomas no hodgkin”.

En esta línea, ha indicado que gracias a esta colaboración público-privada “se ha podido dar todo el desarrollo preclínico y ya hemos tenido nuestra primera reunión con la Agencia Española del Medicamento para revisar todos los procedimientos, preparar y poder enviar el dosier para la aprobación del ensayo clínico”. Si la Agencia le da el visto bueno, “empezaremos a reclutar pacientes en 3-4 meses”, ha apuntado.

Los CAR-T, ha asegurado, “están realmente consiguiendo tratar, curar y mejorar un número muy importante de pacientes, pero hoy por hoy está muy restringido a las patologías hematológicas y principalmente las centradas en dos antígenos concretos: linfomas, leucemia aguda linfoblástica y mieloma. Es en ese campo donde se han aprobado cuatro medicamentos para linfoma y leucemia y uno para mieloma; y los resultados son muy interesantes”. Así, ha proseguido, “pacientes con digamos ninguna esperanza de vida llegas a curar hasta el 40-50%”, si bien ha recalcado que estos tumores representan el 2% del total: “En el 98% no hemos conseguido reproducir estos resultados y ahí es donde hay que poner el esfuerzo”.

Por todo ello, ha considerado que debería seguir la financiación. “Primero, porque ha servido para fortalecer las relaciones y el trabajo colaborativo entre las distintas entidades de Navarra; segundo, porque ha demostrado que cuando vamos juntos somos capaces de desarrollar conceptos novedosos y aspectos de investigación traslacional importantes y, tercero, porque hemos llegado a la clínica con algunos de estos desarrollos”, ha argumentado.

Colaboración esencial

Por su parte, la jefa del servicio de Hematología del HUN, Margarita Redondo, ha dicho que “la terapia celular con linfocitos T-CAR es una de las terapias avanzadas más prometedoras en el tratamiento de los tumores hematológicos: leucemias, linfomas y mielomas, y en España está aprobada desde 2019”.

A su juicio, en la Comunidad Foral “la colaboración entre las instituciones públicas y privadas está permitiendo un gran avance en estas terapias, involucrando no solo al mundo sanitario, sino también al empresarial” y, de hecho, ha mencionado que Navarra ha propuesto al Ministerio que la CUN asociada al HUN sea “un centro de referencia de terapias CAR-T”.

En la misma línea, la jefa del servicio de Oncología Médica del HUN, Ruth Vera, ha considerado “muy positivo” este proyecto: “El poder aportar cada uno lo mejor, aunar conocimientos, aunar medios y aunar experiencia nos hace ser más fuertes y eso es necesario en investigación y para poder desarrollar nuevos tratamientos”, porque “todos trabajamos con el mismo fin común, que es el paciente”. Y es que, ha concluido, “en una comunidad tan pequeña, en donde además hay mucho conocimiento, trabajar de forma conjunta nos hace más fuertes”.