Los efectivos del Servicio de Bomberos de Navarra han intervenido en un mes en al menos nueve incendios de chimeneas registrados en otras tantas localidades de la Comunidad Foral: Abárzuza (5 de noviembre), Úcar (8 de noviembre), Auritzberri (9 de noviembre), Berriozar (16 de noviembre), Cintruénigo (18 de noviembre), Cáseda (26 de noviembre), Beire (2 de diciembre), Uharte Arakil (3 de diciembre) y Arribe (4 de diciembre). En ninguno de estos siniestros se produjeron daños personales.

Para evitar este tipo de incidentes, el Servicio de Bomberos recuerda la importancia de contratar con profesionales la construcción y la reforma de este tipo de instalaciones, para garantizar una correcta ejecución de la obra, ya que el tiro de la chimenea atraviesa forjados y cubiertas que deben estar aislados del calor.

Para que no arda la costra alquitranosa que se forme en el tiro de la chimenea, llamada creosota, se recomienda deshollinar la chimenea de manera periódica: una vez al año si se utiliza a diario y, al menos, cada dos o tres años si se hace con menor frecuencia, como en el caso de segundas viviendas. Estas labores, nuevamente, deben ser realizadas por profesionales, ya que son trabajos en altura.

El buen uso de la chimenea empieza por evitar sobrecargas de leña y utilizar leñas secas y duras, como las de roble, encina o haya, que generan más calor y menos acumulación de alquitrán en el tiro que las leñas blandas, como la de pino o chopo. Además, se debe crear una zona de seguridad alrededor de la instalación evitando colocar, a menos de dos metros del fuego, materiales combustibles; y utilizar chimeneas con tapa para evitar el salto de chispas o pavesas.