“Los menores tutelados son niños que no han hecho nada, es más, es a ellos a los que alguien ha podido hacer algo”, así describió ayer la situación de los menores tutelados en Navarra Helena Escalada, presidenta de la asociación Magale, Asociación de Familias de Acogida de Navarra.

En estos momentos, siguiendo los datos ofrecidos por Escalada ayer, en una rueda de prensa junto a la consejera de Derechos Sociales, Mª Carmen Maeztu, y la coordinadora de UNICEF Comité de Navarra, Maider Gabilondo, en la Comunidad Foral hay 500 menores tutelados por el gobierno.

“De estos 500 chavales, solo 240 están ahora en familias de acogida, que son las que pueden ofrecer la seguridad y estabilidad que necesitan para sanar”, aseguró Escalada. “La familia de acogida ofrece una permanencia que estos niños y niñas necesitan. Niños que son invisibles, y que a veces, también se les teme”, explicó Escalada.

Así, uno de los pilares para los menores cuyos derechos han sido traspasados son las familias de acogida. “Para el 2030, queremos que todos los menores tutelados estén en familias de acogida y no en un centro”, recalcó Escalada. Y para cumplir este objetivo, “vamos a acompañar a las familias en todo el proceso de acogida, que puede durar incluso dos años hasta que se da el paso adelante decisivo. Que un niño pueda tener la opción de una familia de acogida es una prioridad”, aseguró la presidenta de la asociación Magale.

Por otro lado, de cara a favorecer el crecimiento de un menor en una familia de acogida, Escalada habló de tres factores. En primer lugar, la relación interpersonal, un adulto que se ofrece en relación a un niño. En segundo lugar, una experiencia afectuosa repetida durante el tiempo, es decir, que sea continua día a día, mes a mes y año a año. Y el tercer factor es “ el tiempo, hay que llegar a tiempo. Porque a veces, la mejor medida del mundo, cuando se aplica tarde, es una mala medida”, sentenció Escalada.

Derechos de la infancia

Ayer Maeztu presentó en el Palacio de Navarra el nuevo proyecto del Departamento de Derechos Sociales, 12 meses, 12 derechos de niños, niñas y adolescentes, que tratará de divulgar, cada mes de 2023, información sobre los derechos de los niños y adolescentes que se recogen en la reciente Ley Foral de Promoción, Atención y Protección a la Infancia y la Adolescencia.

“Estaremos directamente con los niños y niñas, los adolescentes y las familias, que son los principales beneficiarios de la ley foral”, afirmó Maeztu. Además, “en la última semana de cada trimestre, se hará una valoración sobre cómo se han divulgado qué derechos”, aseguró la consejera de Derechos Sociales.

“Los niños necesitan un marco económico adecuado, unas políticas públicas con una buena planificación y, por supuesto, recursos suficientes. Siempre vamos a necesitamos una suficiente asignación presupuestaria para que políticas públicas sean políticas de calidad y cumplan con sus objetivos”, anunció Gabilondo.

Pobreza infantil

A pesar de que en Navarra la pobreza infantil tenga la menor tasa del Estado, “los datos de Unicef explican que un niño en pobreza tiene mayores probabilidades de que sus derechos sean violados. Hay que reducir aún más este problema en Navarra”, sentenció Gabilondo.

Aunque el principal problema en relación a los niños según la información de Unicef es la “salud mental de los niños, niñas y adolescentes. Ha empeorado de forma sustancial según nuestros últimos informes en Navarra. Tenemos que poner el foco ahí, pero también en los niños migrantes”, señaló la coordinadora de UNICEF en Comité de Navarra.

Un derecho cada mes

Primer trimestre. Se trabajarán los derechos prioritarios, , como son el Interés Superior del Menor (enero), el derecho a una familia (febrero) y el derechos a la no discriminación (marzo).

Segundo trimestre. Se abordarán los derechos civiles y políticos, es decir: derecho a la participación (abril), derecho de reunión y asociación (mayo), y derecho a la intimidad y a la protección de datos (junio).

Tercer y cuarto trimestre. Los derechos tratados girarán en torno a los a los derechos culturales y los derechos sociales y económicos.