Las primeras pulseras de seguimiento a agresores sexuales excarcelados por la entrada en vigor de la ley del Solo sí es sí ya han sido instaladas. Así lo detalló ayer la delegada del Gobierno Contra la Violencia de Género, Victoria Rosell.

Y es que Igualdad dio instrucciones en diciembre al centro encargado de gestionar las alertas, a la Fiscalía y al Consejo General del Poder Judicial para atender en 24 horas a las mujeres que pidieran dispositivos telemáticos de control de sus agresores cuando estos vean recortada su pena de prisión en aplicación de la Ley del solo sí es sí.

De esa forma, el Ministerio de Igualdad ha puesto en marcha los dispositivos como respuesta a las reducciones de penas tras la Ley de garantía integral de la libertad sexual, una medida que quiere prolongar en el tiempo y ampliar a todo tipo de violencias machistas a partir de ahora.

Es de hecho una de iniciativas que anunció el Ministerio en la presentación de la Estrategia Estatal para Combatir las Violencias Machistas 2022-2025 la pasada semana, donde se estipula también el uso de estos dispositivos no solo para víctimas de violencia de género, sino también para otros tipos de víctimas de violencia machista. Siempre que sus agresores tengan penas de alejamiento pendientes y la instalación de la pulsera se haga por orden judicial.

La medida pretende “cerrar la brecha de protección que había entre una violencia y otra”. Así las cosas, la delegada de Gobierno recordó que tras la excarcelación de los agresores sexuales “siempre debería estar vigente una orden de alejamiento” de entre 1 y 10 años de duración posteriores a la pena de prisión. Asimismo, reconoció que “estamos en un momento difícil de impacto de una nueva ley sobre un viejo sistema”, lo que causa “desajuste”, aunque se mostró convencida de que las mujeres “saben que, pese a las voces que intentan borras los logros de esta ley, van a estar más seguras antes, durante y después del proceso”. “Más mujeres van a denunciar y en principio deberían producirse más condenas y más eficaces”, aseveró Rosell, quien defiende que las víctimas “van a recibir más atención psicológica, jurídica, social, y más reparación, además de sufrir menos revictimización”, sostuvo.

Reducciones de penas

En cuanto a la polémica de la ley del Solo sí es sí, el ministro Fernando Grande-Marlaska, defendió ayer “la importancia decisiva” que tiene en “la protección de la libertad sexual de la mujer”, aunque reconoció que ha tenido “algún efecto” no deseado, como la reducción de penas a algunos agresores, y aseguró que “se está trabajando” para evitar que se reproduzcan este tipo de situaciones.

El ministro de Interior hizo hincapié en los logros la Ley, que elimina la distinción entre abuso y agresión y regula la necesidad del consentimiento expreso, “tiene realmente una importancia decisiva en la protección de la libertad sexual de la mujer”.

Por otro lado, Grande-Marlaska admitió que se ha detectado “algún efecto” de reducción de algunas condenas, que les habría gustado que no se produjeran. En todo caso, adelantó que se “está trabajando” para evitar que se rebajen penas en las revisiones de las sentencias.

“Desde luego, esos resultados no nos gustan a nadie, pero vuelvo a decir que es una ley transversal, que tiene muchos campos de actuación y está dirigida a la protección integral de la mujer contra todo tipo o cualquier tipo de agresión a su libertad sexual”, zanjó.

Agresores

control telemático. La pulsera telemática se trata, según apuntó Rosell ayer en rueda de prensa, de una herramienta de control para una pena ya impuesta y que se instala tras la solicitud por orden judicial. Y es que la delegada de Gobierno señaló que el objetivo de esta medida es que los agresores excarcelados tras la revisión tengan un “control telemático” durante ese periodo de alejamiento.

Seguridad

para las mujeres. Además, la delegada del Gobierno en materia de Violencia de Género ha señalado que esta medida “incide positivamente en la situación de seguridad” de la mujer, tanto subjetivamente como objetivamente.

Alejamiento

tras la excarcelación . Rosell aclaró que, salvo casos excepcionales, las condenas por delitos sexuales van acompañadas de medidas de alejamiento que deben durar entre 1 y 10 años más que la pena de prisión y que la pulsera telemática sería una medida de control para este periodo.