Fue un 8 de marzo, y no pareció casual, cuando el Tribunal Supremo decidió hacer público que las familias monomarentales –más del 80% están formadas por mujeres– no podían sumar a su permiso de 16 semanas de maternidad por el nacimiento y el cuidado de sus hijos, las otras 16 semanas de prestación que corresponderían a la paternidad. En-tiende el Supremo –aunque dos magistrados aportan un voto particular que discrepa– que no ven cobertura legal para avalar dichos permisos, subrayando que su función es “la aplicación e interpretación de la norma, pero no la creación del derecho”.

El asunto que había llegado al Supremo lo recurrió la Fiscalía después de que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TJPV) diera la razón a una madre que había pedido la ampliación del permiso en el Instituto Nacional de la Seguridad Social. Un juzgado de lo Social desestimó su petición y el TSJ lo revocó, por lo que la Fiscalía acudió al Supremo para unificar doctrina. Ya eran ocho los TSJ los que se pronunciaron a favor de la ampliación, aunque no era así en Navarra.

Así, el Alto Tribunal resuelve que, en caso de estimar el recurso de la madre y sumarle los permisos, “supondría crear una prestación contributiva nueva en favor de los progenitores de familias monoparentales que, además, quedaría estrictamente limitada a la duplicación de la duración de la misma” y alteraría la “configuración diseñada por el legislador”. Por ello, reitera que “una intervención de tal calibre dista mucho de lo que la organización constitucional del Estado encomienda a los jueces y tribunales” y recalca que “la intervención en el ordenamiento jurídico que exige una pretensión como la que se sostiene en este procedimiento sólo le corresponde al legislador”.

La decisión del Supremo, que ha fallado al igual que lo hacían los juzgados navarros y el TSJN, es interpretada por la Asociación de Madres Solteras Por Elección (AMSPE), que agrupa en Navarra a 60 mujeres, como propia de la “Justicia patriarcal” y que fomenta la “discriminación de nuestros hijos e hijas. Son menores que tienen menos derechos que el resto”, explica Izaskun Gamen, tudelana de 41 años que fue madre hace tres meses. Miriam Tormo, presidenta de AMSPE, lamentó que la resolución sea “otra oportunidad perdida para garantizar la equidad y la igualdad de trato de niños y niñas sea cual sea su estructura familiar, así como para avanzar en el reconocimiento jurídico de nuestro modelo de familia y en la eliminación de las discriminaciones que soportamos”.

“Una jueza madre soltera sí puede sumar los permisos, pero al resto nos los niegan”

Marta Sousa, madre de Julia y que recibió la 1ª sentencia en contra en Navarra, cree que la resolución “es una injusticia”

Marta Sousa Couto, madre soltera de 42 años, natural de Soraluze y vecina de Ardoi-Zizur, fue la primera representante de una familia monomarental que vio su caso resuelto en los juzgados navarros. Una jueza denegó su petición de ampliar el permiso de maternidad (16 semanas) con el de paternidad (otras 16 semanas), una prestación de 32 semanas en total que es lo que suma una familia biparental. Su hija Julia, nacida en enero de 2021 y que ya ha cumplido dos años, ya no podrá tener el mismo derecho a ser cuidada como los hijos e hijas que nacen en el seno de una familia con dos progenitores. La sentencia ahora conocida del Supremo le genera a Sousa “indignación y una sensación de injusticia” y, una vez que ha podido leer los argumentos utilizados, ha ido pasando por otros estados de ánimo. “Estoy enfadada y frustrada. A demasiada gente se le llena la boca con que lo que prima en la sociedad es la protección a los menores, que son los más desprotegidos. Y lo que más me indigna es que las juezas tienen reconocido ese derecho, que ellas sí pueden ampliar ese permiso. ¿Ellas sí pueden hacerlo, pero nosotras no? Además, me parece una coincidencia inaudita que una resolución así, después de dos años, se conozca un 8 de marzo. “Es demasiada casualidad”. Sousa es ingeniera y trabaja a jornada completa en Volkswagen, “porque también es solo una persona la que lo paga todo”, mientras su hija Julia acude a una casa amiga. Esta madre aboga por cambiar la ley de manera inmediata y espera que la Ley de Familia no sea otra oportunidad perdida porque todos los partidos están de acuerdo en ello. 

“El fallo es un jarro de agua fría, ¿por qué nuestros hijos tienen menos derechos?”

Izaskun Gamen, madre de un niño de tres meses en Tudela, no quiere perder la esperanza en que la Ley de Familia corrija la discriminación que sufren

La tudelana Izaskun Gamen, de 41 años, técnica de museo en el Muñoz Sola de la capital ribera, solo piensa en cómo organizarse en el verano y cuando acabe su permiso de maternidad para apañarse “el encaje de bolillos” que tendrá que hacer con su hijo Iñigo, nacido el 25 de noviembre de 2022. 

“Las sentencias son muy frías y lo que no permiten ver es que detrás de esas resoluciones hay niños y madres reales, niños y niñas que crecen con menos derechos que otros y otras y que eso fomenta la discriminación de nuestros menores”. Esta tudelana también lideró la batalla para que existiera la opción de que las madres solteras pudieran someterse a un proceso de fecundación in vitro en la sanidad pública. A los cuatro años logró que se les reconociera dicho derecho. 

Izaskun Gamen, en una comparecencia parlamentaria. Unai Beroiz

Ahora, con la sentencia del Supremo conocida el pasado miércoles, Izaskun recuerda que le sentó como “un jarro de agua fría. Me quedé estupefacta. Teníamos esperanzas de que el Supremo nos permitiera sumar las prestaciones, si no las 32 semanas, que al menos pudiéramos sumar alguna semana más que las 16 de maternidad que se nos quedan muy cortas. Estamos peleando por una causa muy justa. No se trata de tener un permiso para que podamos ir al gimnasio, sino para que podamos cuidar a esos niños, que crecen con menos derechos reconocidos que el resto. Somos madres que, por lo general, no tenemos una segunda persona para que nos eche una mano. Así que cuando me comunicaron la decisión del Supremo se me caían las lágrimas, porque no te puedes imaginar lo que hemos peleado por todo esto”. 

UN TIPO DE FAMILIA QUE CRECE 

Gamen, que opina que la fecha señalada para comunicar la sentencia, un 8M, “está hecha a mala leche,como con sorna”, expone que “somos un tipo de familia que va en aumento. Igual hace años nos decían que éramos nosotras las que habíamos elegido ser madres solteras, pero ahora nos miran con otros ojos. Sabemos que tenemos la razón y por eso tarde o temprano va a salir. Esos niños necesitan una figura de apego en los primeros meses y esa figura la representamos nosotras”. La madre tudelana desea que la esperanza se prorrogue con la anunciada Ley de Familia y que los partidos atiendan sus peticiones.