Con el objetivo de poner en valor y dotar de una identidad propia al queso de pastor, en la década de los 80 surgió Artzai Gazta, una agrupación que acoge a pastores y pastoras de Gipuzkoa, Bizkaia, Araba y Navarra, y que a día de hoy cuenta con 90 socios: 38 en Gipuzkoa, 30 en Navarra, 13 en Araba y 9 en Bizkaia.
La aportación de las pequeñas queserías de Artzai Gazta a la D.O. Idiazabal es realmente importante, y es que sus quesos representan nada menos que el 50% de la producción total de Idiazabal. Estos quesos, elaborados en su mayoría en pequeñas explotaciones, tienen la particularidad de que están hechos a partir de leche cruda de sus propios rebaños de oveja latxa y carranzana, y para diferenciarlos del resto llevan el distintivo Baserrikoa.
“Diferenciarse de la industria y construir una identidad propia eran las demandas históricas de los pastores de pequeñas explotaciones”
La coordinadora de Artzai Gazta apuntó como hito el proceso de reflexión realizado en el año 2019, por territorios y de manera consensuada, en donde los pastores tuvieron oportunidad de exponer sus preocupaciones y su situación particular: “Una de las demandas históricas de los pequeños productores era diferenciarse de la industria y construir al mismo tiempo una identidad común que agrupara a todos los pastores, esto era esencial de cara a poner en valor suelproducto. Otra de las cuestiones era la necesidad de profesionalizar el sector, no olvidemos que ellos controlan toda la cadena de producción, desde la producción de la leche hasta la comercialización en muchos casos”.
Las queserías de Artzai Gazta aportan el 50% de la producción total del Idiazabal y sus quesos llevan el distintivo ‘Baserrikoa’
Así, cabe destacar que a día de hoy el 80% de los pastores pertenecientes a Artzai Gazta elaboran sus quesos bajo la D.O. Idiazabal. En palabras de Landa, fruto de aquel proceso de reflexión, “los socios han abogado por un modelo basado en la sostenibilidad, con el fin de contribuir a mantener vivo nuestro sector y también nuestro entorno. Para ello, tomamos importantes decisiones como apostar por una alimentación basada en su mayoría en forrajes y pastos propios, y también en piensos libres de transgénicos y aditivos, o limitar la cantidad de kilos por campaña para garantizar la sostenibilidad de las explotaciones”.
