Elegir unas gafas de sol homologadas y con la CE de conformidad europea, es imprescindible en estos meses de mayor radiación solar. También es importante tener en cuenta el filtro solar, según la cantidad de absorción lumínica, o seleccionar el color adecuado de las lentes. Porque a menudo se eligen solo por su estética, pero tal y como señalan los especialistas del Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología (ICQO), no se presta atención al color de sus cristales. Pero en su opinión, tienen un significado y cada color está pensado para diferentes tipos de afecciones. 

Por ejemplo, las verdes están indicadas para las personas hipermétropes, ya que mejora su visión y el contraste. Por su parte, las lentes marrones están indicadas para los miopes e incluso para aquellos que están operados de cataratas o cirugía refractiva, puesto que se adecuan a los espacios de iluminación que alteran zonas de luces y sombras.

También existen los cristales de color amarillo, que ofrecen una gran luminosidad y contraste. Se suelen recomendar para aquellos pacientes con enfermedades de retina y se aconseja utilizarlas en condiciones de poca luminosidad. Por otra parte, las grises, al ser un color más neutro, se recomiendan a personas con fotofobia. 

Por último, una de las más demandadas son las polarizadas. Aptas sobre todo para la playa puesto que evitan deslumbramientos del mar. “Es importante saber que las gafas de sol no solo deben proteger los ojos. Hay que elegir unas que cubran totalmente los párpados para evitar que estos se quemen y aparezcan arrugas en la piel”, se indica.